El azul es un color polisémico: puede evocar melancolía y a su vez calma. Azul es el hielo y azul es la luz, azul es el día de verano. Un azul que es casi blanco: blanco y resplandeciente. Translúcido, desgarrador. Por medio de las obras seleccionadas para esta colectiva de artistas, se manifiestan diferentes maneras en las que se puede emplear este enigmático color. Lo vemos no solo en varios tonos sino también en varios medios: desde la pintura y el dibujo hasta el collage e incluso la instalación.
El azul es cercano a la naturaleza; el color del cielo y del agua. Y podemos contemplar en las obras presentes una referencia constante a estos dos elementos. Las figuras de pescadores y remadores de Pedro Ruiz, Catalina Prado e Ismael Rivera, así como las náufragas de Carolina Convers, se pierden en azules atmosféricos que las envuelven y las absorben como una...nebulosa. El azul: a veces cielo, a veces agua, a veces convergiendo en ambos.
En los dibujos cotidianos de Carlos Alarcón, el azul aparece como un destello de color entre los sobrios y serios trazos de grafito. Las obras de Luis Luna y Angélica Chavarro emplean el papel como material protagónico, e implementan el azul de manera más abstracta, mientras Jerónimo Villa utiliza un material menos convencional, la lija, para componer también un collage.
Esta exposición busca, a través de una selección de obras variada pero cuidadosa, retratar al color azul en toda su multiplicidad. Los artistas destacados demuestran las distintas posibilidades por medio de las que se puede expresar y los diversos mensajes y emociones que puede llegar a transmitir.
Entrada actualizada el el 16 feb de 2023
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