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Sophie Whettnall (Bruselas, Bélgica, 1973) presenta una videoinstalación sonora con su último autorretrato, concebido especialmente para Silencio explícito y titulado Exceso de yang. El término yin yang es, según la filosofía oriental, un concepto fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo. Según la medicina china, algunos síntomas de una actividad en exceso yang -cualidad asociada genéricamente a la actividad, el movimiento, la luz y lo masculino-, pueden ser, entre otros, el estrés, la falta de sueño o la conducción rápida y temeraria.

Partiendo del diagnóstico de 'exceso de yang' comunicado a la artista por su médico, Whettnall crea una apasionante metáfora de su realidad y condición de mujer, recurriendo ... a símbolos de poder y seducción asociados al género masculino. Para ello, ha introducido en su trabajo una exploración de las fronteras del silencio, aventurándose en un proyecto que supone un paso más en la disección de la intimidad de su psique y en su particular análisis de los mecanismos y contradicciones implícitas en la práctica artística.

Cercano a otros autorretratos suyos, como Shadow boxing (2004) o Conversation piece (2005), Whetnall reflexiona sobre la violencia latente en lo desconocido, lo escondido, lo que se reserva y se retiene. En Exceso de yang, se dibuja a sí misma aparentemente polarizada entre la energía y el poder que confiere la ostentación del ruido, la velocidad y la belleza y la contención que le imponen sus propias limitaciones.  Es ahí donde nos muestra una forma de silencio que, encarnado en violencia paralizadora, señala hacia la indefinición de los límites y  la inabarcable amplitud de su potencialidad. Y es mediante esta tensión que penetra todos sus autorretratos como la artista mejor comunica el silencio tan presente en su obra; un silencio a menudo duro y espeso que se opone radicalmente al ruido y a la mentira.