SUEÑOS CREPUSCULARES
Ángel Pascual Rodrigo
Contemplo, como una tarde más, los matices del crepúsculo vital, su intensidad y su desvanecimiento.
Llego, como en un sueño, a la individual ciento veintiséis, cuando se cumplen cincuenta años —¡medio siglo!— desde que comencé a buscarme la vida con las imágenes, vendiendo mis dibujos heliografiados por cafés y grandes almacenes. ¿Quién sabe cuántas exposiciones e imágenes quedan por surgir antes de que despierte aquel niño que soñaba volar en una tienda verde?
Pinto ahora con cierto desdén, minimalizando deliberadamente el acabado y los detalles, desprendiéndome, abstrayendo, en el proceso inherente al momento vital.
Juego una vez más con el perpetuo tinglado conceptual, con la mirada pop de antaño, la secuencia, el significado y el matiz; invitando a desgranar... o no...
Ilusiono proyectando ilusiones, arquetipos reflejados en la materia. Los artistas somos ilusionistas. En lo ilusorio está a la vez el escollo vital a saltar sin dejarnos atrapar… despiertos o dormidos.
Paisaje...ilusorio y mínimo como eco del trayecto…
Eco y relato en el ciclo sin fin de los días y las noches…
Paradoja calderoniana…
Desvanecimiento liberador…
Vacío y fugacidad…
Sueño sereno, sin delirio…
Porque sueños son.
Á. P. R.
Campanet, abril de 2019
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Ángel Pascual Rodrigo nació el año 1951 en Mallén.
Vivió en Zaragoza entre 1952 y 1976, en Montmesa (Huesca) de 1976 a 1982 y desde entonces vive y ejerce su actividad artística en Campanet (Mallorca).
Las estancias durante su infancia y primera juventud en Tarazona, Maluenda, Ágreda y el Pirineo le marcaron su preferencia por la Naturaleza y el entorno rural.
Entre 1968 y 1972 estudió dibujo, técnicas gráficas, fotografía, cine, ilustración, historia del arte, sociología, psicología, introducción al derecho, economía y mercadotecnia en la EA y el ISEE de Zaragoza, titulándose en la Escuela de Publicidad de Madrid.
En 1969 publicó sus primeros trabajos gráficos.
En 1970 formó con su hermano Vicente un equipo de creación plástica, firmando sus obras y diseños como ángel y vicente p. rodrigo. En 1971 participaron en varias exposiciones colectivas y en 1972 realizaron sus primeras individuales en Ainsa y Zaragoza. Diseñaron carteles culturales, libros, revistas, números iniciales de los periódicos Andalán y Aragón Exprés…
En 1973 pasaron a denominarse La Hermandad Pictórica Aragonesa y comenzó su proyección fuera de Aragón.
En 1974 se separaron temporalmente, replanteándose individualmente sus postulados intelectuales, su vida y su obra en base a la filosofía perennialista. Al coincidir en su nueva perspectiva decidieron retomar la hermandad con un cambio radical en 1975.
En 1976 ambos hermanos trasladaron su vida al campo, huyendo de la ciudad en busca del equilibrio natural y alertando del lamentable proceso de despoblación rural. Ángel se instaló a orillas del embalse de la Sotonera, entre los Monegros y el Pirineo; Vicente en el pueblo prepirenaico de Rasal. La pintura de la hermandad se centró en la paz y la belleza del entorno rural, siendo pionera de la reincorporación del paisaje en el arte contemporáneo desde una perspectiva ecologista integral y conceptual, neorromántica y post-industrial.
En 1977 manifestaron su nueva perspectiva con su instalación laberíntica «2001, el principio y el fin en la fiesta de San Martín» en Barcelona y Madrid. Fue aplaudida por el público, la crítica y los medios, mientras algunos zaragozanos anclados en conceptos estáticos de vanguardia comenzaron a tacharles de reaccionarios.
En 1982 Ángel trasladó su trabajo y residencia a Mallorca, como Vicente hiciera un año antes. El cambio desde la amplitud semidesierta de Aragón a la saturación mediterránea de las islas se reflejó en los aspectos formales e intrínsecos de su obra, como una mayor estilización platónica y nabí.
En 1989 La Hermandad Pictórica se disolvió tras 20 años de colaboración continua. De las obras del equipo se cuentan 56 muestras personales y más de 100 colectivas. Los dos hermanos continuaron su trayectoria en solitario.
En 2019 Ángel Pascual Rodrigo cumple 50 años de su ininterrumpida dedicación profesional a las artes visuales y esta exposición es su individual número 126.
Sus creaciones perseveran y profundizan en sus postulados conceptuales, con intensidad, concisión y amplitud de lecturas, centradas siempre en cuestiones sustanciales e inteligibles. Sigue usando iconografías paisajísticas, con eventuales referencias a obras significativas de la Historia del Arte. Sus propuestas expositivas son conjuntos en que las obras se interrelacionan sin perder su individualidad.
Ha participado en múltiples colectivas y su obra figura en museos, colecciones públicas y privadas.
Las estancias en EEUU, Reino Unido, Francia, Italia, Sri Lanka, Suiza, Marruecos, Turquía, Egipto, Israel, Siria, Jordania y Palestina le han aportado una perspectiva que conjuga lo universal con lo particular y lo temporal.
Ha sido jurado del Premi Ciutat de Palma, Premi Ciutat de Manacor, Premios y becas de la Fundació Pilar i Joan Miró de Palma, Premio Sotheby's, etc.
Ha presidido la Associació d'Artistes Visuals de les Illes Balears AAVIB y colaborado en la fundación del Colectivo Aragonés de Artistas Visuales CAAV.
Ha impartido ponencias en la Escuela de Ciencias del Mercado de Zaragoza, el CR de Cultura Contemporànea de Palma, el Espai de Creació Tecnològica del Casal Solleric de Palma, varias galerías de arte y el Museo Nacional Reina Sofía de Madrid.
Imágenes de la Exposición
Ángel Pascual Rodrigo — Cortesía de la Galería A del Arte
Entrada actualizada el el 23 may de 2019
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