PASTO se complace en presentar la primera exposición individual en Buenos Aires del artista mendocino Mauricio Poblete (n. 1989). Su trabajo aborda los dilemas de su herencia mestiza, focalizando en la figura de ¨La Chola¨, una identidad cultural en la que se vuelven visibles las tensiones inherentes a la población indígena, donde conviven la explotación laboral, la marginación social, pero también su exotización estética y su circulación comercial.
Curada por Leandro Martínez Depietri, la muestra toma el título de un instrumento de tortura de la Inquisición, un arma de doble filo que apuntaba al pecho y a la mandíbula del hereje dificultando su capacidad de hablar. El castigo se aplicaba, según la oscura leyenda, hasta que este murmurase a duras penas las palabras "me retracto". En un mismo movimiento presionaba a la vez el origen físico de la emoción y el del discurso buscando inscribir el arrepentimiento y la culpa en...el cuerpo. Poblete ejerce con su obra una presión similar sobre el cuerpo contemporáneo, buscando desafiar los modos en que este imaginario represor continúa grabado en la carne. Pone en escena su cuerpo a través de distintas materialidades y soportes que construyen un relato cuir, tan mutante como irreverente, a la vez que despedazan el rígido imaginario existente sobre las vidas racializadas.
Desde el montaje fragmentario de diversas escenas de su cotidiano, Poblete articula un lenguaje radical que se plasma en performances y videos, fotografías y dibujos, pinturas y esculturas adoptando formas diversas en cada medio y dejando a su paso indicios de un tránsito disidente. Recupera elementos iconográficos y símbolos de distintas naciones americanas -desde los mexicas a los moches y los incas- como parte de una contra-historia que los actualiza al ponerlos en diálogo con imágenes contemporáneas, referencias a la cultura de masas y a la fiesta como sitios en donde se negocian y se ponen en tensión las ansiedades presentes respecto del género y la sexualidad.
Entre la biografía y la ficción, la construcción de su propia imagen pública constituye un manifiesto paradojal, ni programático ni prescriptivo, performativo en el sentido de abrir camino a otros repertorios vitales, a otros modos de encarnar y pervertir las expectativas sociales reescribiendo los modos en los que estas se textualizan sobre el cuerpo limitando su potencia.
Entrada actualizada el el 29 nov de 2021
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