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Inspirándose en las representaciones iconográficas de la Edad Media y el Renacimiento europeo (fundamentalmente en las pinturas de Jan Van Eyck, Hans Memling, Alberto Durero y Lucas Cranach el Viejo) y en el relato del Génesis, Maichak Tamanaco ha dispuesto al fondo de la sala dos imágenes de gran formato de Adán y Eva, los primeros seres humanos según las creencias judía, cristina y musulmana. Frente a las imágenes, que reciben los únicos puntos de luz de la sala, el artista ha recreado el jardín del Edén, incorporando una representación simbólica del árbol de la ciencia del bien y del mal acompañada de vegetación natural. El itinerario expositivo continúa en la sala situada en la torre del Castillo, donde se proyecta una videocreación en la que Eva intenta coger el 'fruto prohibido', pero la disposición narrativa en forma de ... loop (una acción o bucle que se repite de forma indefinida) evita la consumación del 'pecado original' y, por tanto, su definitiva expulsión del paraíso. De alguna manera, la práctica artística se convierte en el elemento desencadenante de la redención.

La obra de Maichak Tamanaco, apunta Patricia Manrique en el texto que ha escrito a propósito de esta exposición, destila tensión entre el principio de placer y el de muerte, entre Eros y Tánatos: 'Tentación y Redención es una violación del mito fundacional del pecado original. En la fabulación que ofrece el artista, se disparan las cabezas de lectura desplazando el pecado y poniendo en el centro de la situación un plano que se reconvierte en loop, que rompe la coherencia de la estructura milenaria entendida como linealidad. La repetición, aquí y ahora, es siempre la misma y es otra. Lo que se repite es algo sagrado, un espectáculo fundacional de nuevas formas de habitar el placer. La escena tiene que ser pensada y, por lo tanto, repetida. Es el producto de una ruptura y un redoblamiento: Eva que piensa sin ciencia, que ama sin pecado, que contempla un objeto imposible. Que es pensada, amada y contemplada por el (o la) visitante y su mirada, nunca inocente, siempre operante, sobre el origen'.