El principal medio artístico que caracteriza la exposición es el lenguaje; a través de texto, sonido y vídeo. El lenguaje se utiliza para exponer hechos, expresar ideas y negociar relaciones, pero también como medio visual. Al destacar los límites poco definidos entre leer, experimentar y observar el lenguaje, se pone de relieve su doble función dentro de la economía informativa como herramienta de comunicación y como producto.

Mediante el análisis del legado del arte conceptual a través de la obra de artistas contemporáneos, la exposición explora las implicaciones de la relación entre la emergencia del texto y las prácticas artísticas basadas en la representación y el surgimiento de la economía informativa postindustrial en la década de los sesenta. Al centrarse en artistas que favorecen la producción de conceptos, servicios y relaciones, la muestra retoma la búsqueda de la “desmaterialización” del objeto a través de una interpretación actual de conceptos como los de trabajo inmaterial y propiedad intelectual.

En lugar de adoptar la política como tema, la exposición tiene como objetivo hacer visibles las conexiones ya existentes entre arte y política en el proceso de producción, transmisión y consumo del mismo, sugiriendo una función del arte como herramienta eficaz para la elaboración de un discurso político y pensamiento críticos.