Artista de la selva y la naturaleza, Luna Paiva comenzó esta serie de esculturas en bronce a la cera perdida luego de viajar a Paraguay, donde documentó especies de plantas y piedras para realizar sus dioramas, junglas tridimensionales de papel que recrean un paisaje. Suculentas, piedras apiladas y cactus, sus ready-mades de la naturaleza juegan con el aura sacra que recubre el objeto de arte contemporáneo y lo enlazan con una tradición más profunda y antigua, cuando dorar un objeto significaba dotarlo de un ánima divina. Nacida en París y residente en Buenos Aires, las exploraciones naturalistas de Luna Paiva han recorrido ferias de arte internacionales y han llevado a su creadora a realizar las vidrieras de la casa de alta costura Hermès, instalaciones en Art Basel, así como a diseñar escenografías en el Centro de Experimentación del Teatro Colón para la ópera Hercules en el Mato Grosso de Pola Oloixarac y Esteban Insinger. Texto: Pola Oloixarac