La historia del arte de la ciudad de Zamora, siempre se ha escrito sobre escultura. Si hemos sido importantes, sin duda ha sido por nuestros escultores escultura. Si hemos sido importantes, sin duda ha sido por nuestros escultores que de alguna manera han logrado escribir algunos modestos renglones en el libro de la historia de arte.
Tenemos constancia de la prolongada existencia de un taller de escultura abierto en la ciudad desde el siglo XIV y probablemente fuera fruto de una tradición más antigua. Así desde José Sánchez de la Guerra pasando por los Cifuentes, siguiendo Bias González y recalando en Ramón Álvarez siempre ha existido un pequeño taller que cubriera las necesidades devocionales y estéticas que esta ciudad requería. Después vendría Eduardo Barrón... Y después muchos más, que con mejor o peor fortuna hicieron que esta actividad artística existiese siempre en la ciudad.
Quizás sea por las lindantes arcillas que genera...el Duero o por el cercano granito gris, o por esa tenue luz que envuelve a esta ciudad casi todos los días del año y amortigua los contrastes de las formas por lo que la escultura se ha quedado a vivir con nosotros como una ciudadana más.
La escultura que podemos definirla como la plasmación volumétrica de un sentimiento personal. Es entre las seis artes antiguas, la más compleja de todos ellas y la más difícil de abarcar. Sus técnicas son complejísimas y engloban una gran cantidad de formas y materiales.
La escultura no se puede realizar en cualquier lugar, necesita un sitio específico, un taller donde emerger. Podemos encontrar gran cantidad de manuales en las bibliografías de arte sobre métodos pictóricos o técnicas pictóricas, pero no encontraremos ningún manual que abarque todas las técnicas escultóricas. Nadie lo ha hecho. Son cantidades las técnicas escultóricas y no es lo mismo la técnica del bronce que la técnica de la piedra o la técnica de la escayola. Son cosas diametralmente opuestas. Ser escultor es una profesión que alcanza cotas heroicas y solo unos pocos han sido llamados.
Conocí a Pedro en los talleres de la escuela de arte, y la verdad es que no recuerdo cómo surgió allí, ni mis primeras clases con él. Pero si tengo presente su evolución académica. Pedro destacaba con diferencia en una clase y entre un curso que fue de los mejores que han pasado por la Escuela de Arte de Zamora.
Mi experiencia como profesor ha sido ver muchos alumnos, algunos llegaron a ser artista, pero muy pocos a ser escultores. Pedro es uno de ellos.
Ricardo Flecha
Entrada actualizada el el 11 feb de 2019
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