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Esta exposición es el fruto del trabajo realizado por los alumnos del taller de fotografía de la Vidriera, con un grupo de personas que cumplen condena en la prisión del Dueso.

El curso pasado, estos alumnos trascendieron el espacio habitual de su taller en la Vidriera y fueron en busca de una experiencia que resultó tremendamente enriquecedora en muchos aspectos, sobre todo al utilizar otros recursos que les permiten, más aún, desarrollar sus capa­cidades creativas y aumentar sus potencialidades.

La ... exposición que se presenta tiene dos partes bien diferenciadas que responden a las dos actividades que realizaron los alumnos en el Dueso. En primer lugar, los integrantes del taller de fotografía nos muestran su visión particular de la vida en el Dueso. Y, en segundo lugar, encontraremos una selección fotográfica de los propios internos, que participaron en un curso temporal, tutelado por los alumnos de La Vidriera.

Es, sin duda, una parte fundamental en la formación, la salida del aula de trabajo. Poder vivir la experiencia de desarrollar cada actividad en un entorno real. En este caso, sobra decir que la salida al Dueso ha sido muy enriquecedora, tanto para los integrantes del taller de La Vidriera, como para los que allí cumplen condena. Los alumnos han sido capaces de motivar, compartir y extraer las miradas y las vivencias de un grupo de personas privadas de libertad que aportan una visión diferente de la vida.

Como Concejala de Cultura, esta experiencia, además de responder a la filosofía con la que venimos trabajando en el Centro, me parece fundamental en la formación artística de cual­quier alumno que participa de los cursos de La Vidriera. El Taller es el espacio habitual para formarse, pero no el único. Hay que saber aprovechar otros recursos que nos ofrece la vida, que están ahí, ampliando nuestras capacidades y, sobre todo, nuestro sentido crítico.