El Grupo de Arte Contemporáneo Entropía expone en esta ocasión en Casa de la Cultura "Pedro García Cabrera" de Vallehermoso, en la Isla de la Gomera, Canarias, del 1 al 30 de Septiembre de 2008, continuando su periplo por las Islas Afortunadas, después de su exposición inaugural en el Museo del Pescador. Entropía basa su discurso plástico a partir del concepto de unidad en diversidad, que no es otro que el constatar la necesidad de compartir para ser, de dialogar para potenciar, de armonizar para convertirnos en unidad. El arte es libertad, es decir respetuoso con el todo y, a la vez, dinámico y sugerente, individual y colectivo, de esencia cósmica y destino universal.

Entropía aglutina artistas de diferentes disciplinas, países, culturas, formas de ser y pensar, además de concentrar un amplio abanico de conceptos plásticos. En unos tiempos en los que el mercado predomina, en los que ... el creador intenta sorprender para ser parte del engranaje, apostando, en ocasiones, por conceptos y actitudes al margen de su propio yo interior, es de señalar que existan artistas de gran calidad, formación y trayectoria que tengan claro, en primer lugar, el concepto del arte como expresión espiritual y conceptual. Entropía y sus integrantes ofrecen el arte en mayúsculas, con libertad, alejándose tanto de las concesiones de quienes buscan vender para vivir olvidándose de su yo, como también de aquellos que han cedido a los impulsos de los mecanismos del mercado pero sin tener en cuenta su propia libertad. En la vida hay que ser honestos, aunque a veces sea complejo y difícil, para, luego, ser coherentes con lo exhibido, tal como verán con la obra que se presenta a continuación.

Juan Antonio Segovia y Páez, Fran Crespillo, Eliane Massé, Javier Navarta, Jacques Delpy, Paco Anglada, José Manuel Velasco, Magdalena Romero, José Carlos Chica, Ana Moya Gallego, Lope Martínez Alario, Conce Herreros Ramírez, Agustín López Calderón, Alejandro Tosco, Verónica G. Romero, Ernst Kraft, Bernard Romain y Francisca Blázquez exponen su obra en esta interesante exposición itinerante por Canarias, habiendo comenzando su periplo en el incomparable marco del Museo del Pescador de Santiago del Teide (Tenerife), coincidiendo con el inicio del solsticio de verano.

Juan Antonio Segovia y Páez indaga en la poesia, a partir de la conceptuación de la metáfora, dentro de una dinámica expresiva, en la que abstracción, forma e iconismo dialogan. Se interesa por el gesto, por la elucubración de la masa densa y a la vez sutil del color, ubicándola en el espacio como si fuera una constatación del cambio y la transformación de la propia existencia. La mancha es una auténtica explosión de color, es abstracción pura, de un lirismo evidente. También se interesa por temáticas concretas, espirituales, sociales y poéticas que poseen una cierta conexión con la realidad.

Fran Crespillo investiga en sus paisajes la potencia del mar, entendido como un todo energético, en el que la vida se desarrolla, reflejando el entorno marino de una manera sutil, a modo de paisaje, pero, yendo más allá de lo descriptivo, aunque se reflejen la costa, el mar, las rocas y la naturaleza. En definitiva su obra es la suma de los cuatro elementos, que van más allá de la esencia que los conforma para exhibir la evidencia de la existencia.

Eliane Massé, profundiza en la abstracción lírica, evidenciando el poder de las salpicaduras, manchas, goteo, gestos y superposiciones cromáticas, siendo parte de un diálogo energético, en el que lo sutil es sugerencia pura, pero concentrándose en línea con una efusividad potente y creíble. Su obra no está encerrada en sí misma, sino que se abre al infinito, porque tiene en su interior los genes de la transmutación constante.

Javier Navarta potencia lo icónico, resaltando el símbolo y el signo. El símbolo es básico porque le permite describir sin concesiones, de forma sincrética y alegórica, aumentando, de esta forma, el poder de evocación; mientras que el signo es la llave que nos abre la puerta del camino hacia el enigma. Indaga en la materia, construyendo su obra pictórica dentro de unos parámetros de evidente concreción. La creación de Javier Navarta aúna lo específico científico con la evidencia de la extrapolación de caminos hacia otras realidades menos densas y materiales.

Jacques Delpy, apuesta por la expresión lírica, dentro de un planteamiento abstracto, conformando una obra con reminiscencias paisajísticas. Sus creaciones son paisajes abstractos o bien representación de estadios mentales, de evidencias del inconsciente, que delimitan las estructuras del paisajismo interior, es decir onírico y procedente de las elucubraciones del subconsciente. Busca la densidad de la materia para transmitir estadios del alma y efervescencias de sentidos y sentimientos.

Paco Anglada trabaja en los parámetros de la abstracción lírica, incidiendo en ambientes intimistas, de gran sutilidad, que nos abre la puerta hacia otros mundos sensibles, donde la belleza interior predomina. Apuesta por la materia difuminada, dentro de contextos muy cuidados en donde el color es complejo, sugerente y sutil, o bien sencillo, envolvente y determinante. Consigue evocar, profundizando en la evidencia de la transmutación de lo interior.

José Manuel Velasco es un expresionista icónico y anicónico que bucea en los estadios profundos del alma humana. Su creación, dividida en series temáticas, se fundamenta en su potente cromaticidad, su explosivo tratamiento del color, su capacidad para potenciar el gesto, su control de la composición y el firme carácter que produce intensísimos choques emocionales al espectador. Se trata de un creador, antes que pintor, que conoce en profundidad la pintura, que es capaz de hacernos reír y llorar, pero nunca dejarnos indiferentes debido a que su grandeza reside en que pone toda su voluntad en el acto creativo, marcado por su constante experimentación.

Magdalena Romero, es una acuarelista cuya obra está marcada por tempos intensos, dominando composición, forma, color, dibujo, perspectiva y ordenamiento de los elementos dentro de una naturalidad evidente. Su producción en acuarela posee carácter, es de fuerte personalidad, mostrando reminiscencias orientales en su modo conceptual de concebirla, especialmente en sus marinas y temáticas florales. Es técnica, no abusa de los efectismos, prefiriendo adentrarse en el dominio plástico con serenidad interior.

José Carlos Chica, paisajista, se implica en la temática, comprometiéndose a profundizar en la idea, buscando ángulos específicos, rincones determinados, controlando la totalidad de la composición. En paralelo genera una investigación cromática de gran personalidad. Su disposición plástica armoniza color y forma dentro de unos parámetros realistas, sin emplear el detalle fuera de lugar, destacando por su empleo del cromatismo.

Ana Moya Gallego, artista interdisciplinar, exhibe creaciones que armonizan entre ellas activamente, en especial en pintura, videoinstalaciones y performances. Indaga en los vericuetos de la realidad, a la que considera como un laberinto con varias salidas. Busca siempre distintos caminos y soluciones a los problemas que se van presentando tanto técnicos como conceptuales, dentro de una actitud libre.

Lope Martínez Alario, artista multidisciplinar, incide en las disciplinas de pintura, dibujo, escultura, grabado, mobiliario, y arquitectura. Su obra se caracteriza por su notable expresividad, además de ser intensa, pero, a la vez, controlada, determinada por encuadres en los que la especial predisposición formal actúa de contrapunto a una cierta austeridad compositiva. Es singular, pero perfilando su originalidad para situarla en la formulación de la determinación compleja.

Conce Herreros trabaja tanto en animación como en creación digital, produciendo, además, obra en las disciplinas de pintura, dibujo, grabado y fotografía. Su actitud es de búsqueda constante, estableciendo diversos parámetros según la disciplina y temática, predominando su culto al concepto, al desarrollo de la idea, entendiéndola como parte inicial del proceso plástico. Para Conce la idea es lo plástico en sí mismo, pero en estado embrionario.

Agustín López Calderón, diseñador gráfico toledano, licenciado en Bellas Artes, combina publicidad con trabajos creativos de diseño gráfico. Su obra en este ámbito se caracteriza por fomentar la realidad expresiva, la evidencia de la persistencia de lo real a partir de una obsesión por el detalle, pero sin que por ello deje de lado el sentido general de la creación. Combina una gran complejidad de elementos de diferentes procedencias, desde personajes y objetos a máquinas y utensilios. Se acerca a la obra directamente, fomentando los primeros planos hasta obsesionarse con lo representado, comunicándonos la vibración, la pulsión real.

Alejandro Tosco de Castro se concentra en las impregnaciones, incisiones, huellas, evidencias del paso del tiempo. De hecho establece un discurso en el que dialogan diferentes tiempos, siendo importante la presencia de la materia como elemento aglutinador. En el fondo la exhibición constante de huellas nos posibilita adentrarnos en el pasado de la acción, mientras que la contemplación serena de la materia, de un conjunto matérico lleno de signos nos conduce al tiempo presente y nos prepara para el futuro.

Verónica G. Romero investiga en la geometría matérica, en la determinación de la densidad y en la necesidad de descubrir evidencia formal, sin renunciar a la presencia del color, considerado como puntal diferencial y expresivo. Su creación no tiene relación con la geometría hierática, fría y distante, sino que se interesa por la formulación geométrica determinada por el contraste y la efusividad.

Ernst Kraft, expresionista abstracto, creador multi e interdisciplinar, fundamentalmen-te pintor, su discurso plástico se instala en la asimetría del gesto, en la fuerza potencialmente explosiva y singular de la mancha, sin renunciar a la contención cromática. Eso sí entendida en línea con la densidad sutil, en evidencia sugerente instalada en su potente puesta en escena pictórica. Aunque, holandés de nacimiento, en la actualidad está vinculado a Málaga y Mijas, trabaja también en escultura, instalaciones, diseño gráfico, fotografía y video, entre otras disciplinas.

Bernard Romain, pintor y escultor francés, su obra está impregnada de naturaleza, regida por el mundo dévico, armonizando con el medio ambiente, profundizando dentro del desarrollo de las percepciones espirituales y humanas, entendidas como partes de un todo cósmico. Indaga en el cromatismo, en los aspectos fundamentales del color entendido como determinación de la acción, en un diálogo plástico en el que lo importante son las ideas pero, sobre todo, el resultado final de las mismas, porque son la síntesis de su percepción armonizada con su intuición que le conduce a una experimentación en armonía con el exterior y el interior de la existencia.

Francisca Blázquez, es artista multidisciplinar e interdisciplinar, esencialmente pintora, creadora del Dimensionalismo, teoría plástica y conceptual mundial de su invención, basada en viajar a través de las diferentes dimensiones que conforman la realidad física, y trascendente. Es decir que capta y experimenta a través de las dimensiones angélicas, espirituales, cósmicas, energéticas, esotéricas, mágicas y astrales. Su obra se caracteriza por su grandiosidad cósmica, por presentar formas geométricas de extraordinaria complejidad, concebidas dentro de una gran espectacularidad del color, exhibiendo una inusitada belleza plástica. Participa en más de 65 individuales y 350 colectivas en 16 países de tres continentes.