Valentí Badia, como pintor expresionista abstracto, comparte la necesidad de pronunciarse artísticamente a través del acto inmediato y espontáneo de pintar. En su obra, el gesto y la pincelada son la manifestación de sí mismo, sin significaciones o simbolismos externos, puesto que su proceso de pintar representa el contenido del cuadro. En esta exposición, el temperamento y el carácter del artista, sus alegrías y desesperaciones, se proclaman de forma inmediata, sin recurrir al paso intermedio de desarrollar un motivo.
En sus cuadros, en los que convergen el azar y el principio, y donde la temeridad vital de la frontera pionera se encuentra con la neurótica vulnerabilidad del hombre civilizado, no son proyecciones sino muestras de vida. El espectador se encuentra ante metamorfosis del mundo visible, y al mismo tiempo del mundo mental y emocional de Valentí Badia; su arte escapa a toda manifestación estilística. La transformación y el cambio son los...factores dominantes en los trabajos que se contemplan, en la que a través de una gama cromática diversa y dispersa, se aprecian los polos del dramatismo explosivo, sin eludir en alguna pieza movimientos fluidos, serenos y comparativamente controlados.
Marta Teixidó. (Crítico de arte)
Miembro de AECA
(Asociación Española de Críticos de Arte)
Entrada actualizada el el 14 nov de 2017
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