A propósito de la muestra, Silvina Torviso, integrante de Colectivo Periferia, escribe en su texto:
“Difusas, sombríamente plácidas se nos presentan las fotografías de Mónica Perfetti. En todas ellas, su autorretrato juega en superposición a otro retrato. Inquietan, provocan incómodos placeres. Eluden la obviedad, el virtuoso artificio de la coincidencia ¿Cómo mirarlas? ¿A qué persona miro? ¿Adónde asiento la vista?
Son imágenes que interpelan en su ambigua condición. ¿Ser una es ser dos? Ser una y su doble, ser una y su sombra, ser una y el otro. La recepción se desborda en interrogantes, lo que conceptualizamos como superposición deviene desdoblamiento, la individualidad explota en borroneadas moléculas.
En ese inexorable destino de disolución, en ese frío magma de sombras asoma, parpadeando, un cuidadoso destello de miradas.
Es ahí donde Mónica tira el ancla; allí, en los ojos, donde se nos permite un respiro, donde hacemos pie. Pero también donde el discurso fotográfico nos...lleva a lo profundo, adentro.
Ojos interrogantes.
Ojos traviesos.
Ojos culpables.
Ojos inquisidores.
Ojos avizores.
Ojos cómplices.
Ojos lejanos.
Ojos amor.
Ojos lágrima.
Ojos puerta.
Ojos espejo.
Ojos universo.
Ojos, como una mágica interfaz donde todos los circuitos del cuerpo y del alma confluyen, emanando invisible luz. En el cotidiano confluir de dos miradas sobreviene el milagro de la chispa, la incandescencia; imposible develar el misterio de la combustión que inflama ese contacto etéreo.
Dos ojos, cuatro ojos, seis ojos, infinitos ojos engarzados en el relámpago de la mirada que nos enhebra a una trama en la que somos uno y en comunión con todos a la vez.”
Entrada actualizada el el 11 abr de 2018
¿Te gustaría añadir o modificar algo de este perfil?
