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Vicente Castellano Giner (Valencia, 1927) participó activamente en la aventura aperturista de la cultura artística valenciana, ya desde finales de los años cuarenta. Formó parte de grupos artísticos tan significativos como 'Los Siete', 'Parpalló' (y su revista Arte Vivo), 'Movimiento Artístico del Mediterráneo' y 'Arte Actual'. En 1951 obtuvo la pensión de Grabado de la Diputación de Valencia, consiguiendo cuatro años después (1955) una nueva beca para ampliar estudios en París. Allí se matriculó en la Escuela de Bellas Artes con el profesor Goerg, y durante los años 1955-1956 estudió in vivo la pintura cubista de Picasso, Braque y Gris. ... Compartió estudio con Eusebio Sempere al tiempo que conoció a Mme. Kandinsky y al escultor cinético Nicolas Schöffer. A partir de 1957 fijó su residencia en París.

Al periodo 1957-1960 corresponde su etapa del llamado 'Miserabilismo Abstracto' que expuso en París y Bruselas llamando la atención de la crítica especializada. Seguidamente, entre 1960 y 1980, desarrolló su obra artística en la órbita del Nouveau Réalisme que inició tras una exposición (junto a Tàpies y Millares, entre otros) en Basilea. Aquí aparecen ya los relieves en sus lienzos y sus 'relicarios' que contienen objetos de recuperación.

A partir de mayo del 68, que vive intensamente en París, empezó a definirse una nueva gestación, resultado de una feliz simbiosis entre la abstracción y la desmitificación de los símbolos clásicos: una recuperación poética de los mitos hundidos en el inconsciente.

En 1977 fijó su residencia en España. El rico caudal vivencial asimilado lo pudo transmitir a sus alumnos -de 1981 a 1994-, como profesor en el Departamento de Pintura, en la Facultad de Bellas Artes, de la Universidad Politécnica de Valencia. En el año 2000 le fue otorgada la Medalla de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de Valencia a los méritos artísticos y profesionales, y en 2009 ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, disertando sobre el tema La Pintura, mi aventura hacia lo desconocido.

En la obra pictórica de Vicente Castellano se armoniza sabiamente el informalismo matérico, de fuerte componente estructural, con la sobriedad cromática que camina a la búsqueda de la luz. La fuerza energética se troca en sensibilidad; el rupturismo logrado a partir de arpilleras, telas, arenas, maderas, cuerdas..., se ve matizado tanto cromáticamente con sus templados óleos, como por su composición racional de impronta geométrica. Los materiales de desecho encuentran su contrapeso y equilibrio en esa 'serenidad' que es nota resultante de la síntesis operada entre conceptismo y poesía.

Los espectadores que acudan a esta exposición podrán apreciar una depurada y elegante aportación plástica servida mediante collages de lienzos superpuestos, de los que emergen unos peculiares grises y colores mates y cenicientos, sutilmente 'contenidos' en el contexto de relieves y texturas. Una obra que conjuga emoción y disciplina, con la que se sugieren 'profundidades' a través de diferentes 'sensaciones' del espacio, resolviendo así -dialécticamente- la controversia entre estatismo y dinamismo.