La arquitectura se ha encontrado en el centro de mi vida creativa y profesional desde que empecé a dedicarme a la fotografía hace más de treinta años. Utilizando las calidades documentales y el potencial de expresión creativa del medio fotográfico, me dedico a hacer fotos de arquitectura, intentando siempre iluminar, sacando de las sombras del pasado el testimonio silenciosos que revela el alma y la esencia de otras culturas.

Como los fotógrafos del XIX, percibo la arquitectura como un espejo de una sociedad colectiva, y la fotografía como el medio para explorar, examinar e interpretar una cultura. Siguiendo la tradición de fotógrafos franceses del Segundo Imperio (1852-1870) como Gustave Le Gray (1813-1884), Edouard Baldus (1820-1882), y Henri le Secq (1818-1882), que fotografiaban los monumentos franceses para Missions Héliographique, siempre he enfocado en la fusión de las inherentes calidades documentales del ... medio fotográfico y de su potencial para la expresión creativa.

Durante mi primer viaje a Suecia, en 1986, descubrí que en este país nórdico existen edificios de las épocas medievales, barrocas y neoclásicas, especialmente en interiores auténticos y originales, que están entre los mejor conservados en Europa. También descubrí que han recibido escasa atención fotográfica. Estas circunstancias me presentaron una ocasión extraordinaria. Los históricos espacios y edificios suecos, al igual que lo hicieron los monumentos franceses para los fotógrafos de Missions Héliographique, me ofrecieron la oportunidad de crear un cuerpo fotográfico que no sólo fuera un récord, sino también que atravesara el velo del tiempo.

Mi trabajo ha fructificado en dos proyectos fotográficos extensos: el expansivo From the Silence to the Light: A Journey Through Swedish Architecture and Interiors 1500-1900, y A Baroque Master Architect: Photographs of the Architecture of Nicodemus Tessin the Younger (1654-1728), Swedish Court Architect, el último concluido en 2002 con su incorporación en una exposición y publicación en el Nationalmuseum de Estocolmo.

Al trabajar en ellos, ocasionalmente hacía fotos de pruebas con película Polaroid positivo/negativo, con el propósito de comprobar la iluminación y la composición antes de hacer la toma final para procesar en el laboratorio. La tonalidad inherente de la película Polaroid, su calidad imperfecta, y su propensión a errores de proceso accidentales y, quizás más importante, su rol instantáneo de "primera impresión capturada" del sujeto, evocaba una calidad atmosférica y un sentido de "asombro" aparente en la obra de los fotógrafos franceses del XIX, particularmente Le Gray. Este imprevisto descubrimiento me llevó a otro viaje fotográfico, Voyages en Suède: Monuments, Villes et Vues Pittoresques, titulado en homenaje a los albúmenes fotográficos del XIX como Egypte et Nubie: Sites et Monuments, Les plus interesant pour l'etudie de l'art et l'historie (1858, Paris), de Félix Teynard, o Egypte, Nubie, Palestine et Syrie: Dessigns phtographiques recuellis pendant les annés 1849,1850 et 1851 (1852, Paris,) de Maxime Du Camp.

Para desarrollar esta visión, empecé a trabajar con una cámara estenopeica, con la intención de acentuar el aspecto intemporal y la calidad atmosférica en algunas imágenes con la inherente suavidad producida por esta cámara sin objetivo. Los negativos producidos fueron escaneados y después positivados, con una impresora digital, con tonos que evocan los empleados en la fotografía francesa del XIX. Visual y técnicamente, se puede decir que mis imágenes tocan tres siglos de la historia de la fotografía: hechas con una máquina del siglo XIX, expuestas en película del siglo XX, y positivadas con la tecnología digital del siglo XXI.

He encontrado una voz nueva con este enfoque y, motivado por un deseo de expandir el alcance de mi trabajo creativo hecho anteriormente en Suecia, he continuado desarrollando el proyecto Voyages en Suède: Monuments, Villes et Vues Pittoresques. Específicamente me centro en monumentos, espacios urbanos y sitios históricos desde la época pre-medieval hasta el principio del XIX, más o menos la misma que la de los primeros fotógrafos franceses. Por lo tanto, a través de una re-interpretación visual, mi intención es dar a mis imágenes y a los sitios un significado nuevo, separándolos de un contexto contemporáneo, el momento de producción, y situándolos a su vez dentro del marco del idioma visual del siglo XIX.

Al final, las imágenes de Voyages en Suède graban la luz fugaz y efímera que habita los espacios arquitectónicos e ilumina lo que podría ser un momento de otra época, presentando una visión de lugares que han sobrevivido el paso del tiempo y que permanecen vivos. Fijadas en papel, estas imágenes son un viaje fotográfico que explora los "monuments, villes et vues pittoresques", contemplados con el asombro y pasmo y el sentimiento de descubrimiento de un fotógrafo del XIX, que también sirven como un documento de hoy día de la cultura sueca representada en los restos físicos de su pasado.