Desde su práctica fotográfica, Gorka Postigo (Madrid, 1978) crea un lenguaje que le da sentido a su forma de observar este mundo. Nos muestra la importancia de desarrollar un ojo que sí tenga el cariño y el respeto que no siempre reciben los jóvenes y las minorías, de equiparar la otredad con humanidad, y de mostrar que alguien vulnerable no es necesariamente alguien débil.
Los diez años de trabajo de Gorka reunidos para esta exposición hace suyas las caras y cuerpos, propios y ajenos, creando un sentido de comunidad en el acto de fotografiar. Un juego de espejos donde fotógrafo y sujeto se miran y se identifican a través de un ejercicio de reflejos y empatía. Nos descubre miradas fuertes que migraron en busca de un futuro, no siempre fácil. Nos presenta a sus amigos y a sus seres queridos.
La exposición refleja sus múltiples intereses, del arte a la moda y...del retrato al paisaje, que lo convierten en uno de los fotógrafos más demandados y destacables de los últimos años. Del mismo modo, su obra se expande en diversos formatos y soportes, acercándonos a los sentimientos de los retratados. A través de su lente alcanzamos desde la sonrisa de la superación hasta las lágrimas de una emoción en ocasiones incontenible.
Una generación con el poder de la libertad para hablar, elegir y debatir sus elecciones personales, identidades políticas, culturales, y sociales se hace presente a través de sus imágenes, muchas veces influenciada por la cultura queer y el mundo de la moda. Su fotografía es bella a la vez que cruda, este difícil equilibrio la transforma en una obra cargada de poesía visual y fuerza vital, necesaria e inclusiva, que construye un futuro cercano, sin bajar la guardia.
Entrada actualizada el el 13 jun de 2022
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