Durante más de 50 años, Juan Del Prete y Yente (Eugenia Crenovich) no sólo compartieron su vida como pareja sino que además intercambiaron cotidianamente ideas y pensamientos sobre el arte, sus estilos y debates. También, en la intimidad del hogar y la obra, se dio una fluida circulación de temas, materiales y formatos. Esta exposición –que presentará un conjunto de 180 obras que abarcan la producción de ambos desde los años 30 a los 80– se centra precisamente en el vínculo entre ambos artistas para adentrarse en la pareja y sus vínculos creativos.
Yente y Del Prete realizaron en vida numerosas exposiciones individuales y participaron de exposiciones colectivas; sin embargo, nunca exhibieron juntos como pareja. Esta propuesta busca ampliar la valoración individual de los artistas en el circuito del arte para contemplar sus producciones desde sus vínculos afectivos y cotidianos. La fortuna crítica y de mercado de estos artistas ha ido...variando con el correr de las décadas: desde la casi exclusiva legitimidad de Juan Del Prete como el artista de la pareja al arrollador interés en las últimas décadas por la figura de Yente, en relación con el auge de las revisiones de género y de la producción de las artistas mujeres. Aunque estos artistas no escaparon a los estereotipos sociales de género y a los roles de pareja vigentes en su época, hay mucho por indagar en la interacción del vínculo en términos de sus producciones, así como en las relaciones establecidas con el medio artístico y cultural.
Las obras que se presentan incluyen el amplio arco de sus trayectorias, y evidencian un panorama comprensivo de búsquedas y un uso compartido de insumos plásticos. En este sentido, la exposición busca poner en cuestión el criterio de valoración de estos artistas basado en el pionerismo del arte abstracto para abarcar la producción de ambos desde los años 30 a los 80. En 2009 Malba dedicó una exposición a Yente en paralelo con Lidy Prati en la cual se exploraban sus propuestas abstractas; hoy el museo vuelve a Yente para mostrar su producción en compañía de Juan Del Prete, profundizando en las interacciones amorosas como un modo de abordaje de lo artístico.
Tanto en Del Prete y Yente nada parece haber quedado por fuera. Un constante ir y venir entre la figuración y la abstracción se abrió, a partir de finales de los 50, al informalismo, y a la experimentación con el collage, el objeto y los textiles. Aunque de maneras bien diferentes ambos trabajaron incansablemente dejando un vasto legado: fueron voraces en su apropiación de estilos, materiales y procedimientos. En el caso de Del Prete, es parte del anecdotario del arte argentino remitir a su “glotonería” –como la calificaba Joan Merli en la primera monografía sobre su obra– de producir de todo, todo el tiempo. En el caso de
Yente, aunque más moderada en su procedimiento y ejecución, no por eso fue menos voraz. Su producción se despliega en un panorama de múltiples soportes: no solo se dedicó al dibujo, la pintura, los relieves y la escultura sino que también extendió su labor a los textiles, los libros de artista y el trabajo de archivo como un modo de hacer artístico.
En cuanto a los textiles, se presentará Tapiz (ca. 1958), una pieza de Yente adquirida por Malba en la última feria de arteBA. “Yente inició su producción textil en 1956. Su abordaje no se limitó al bordado con hilos y lanas coloridas sino que también utilizó pintura que, muchas veces, aplicó sobre el tejido”, explica María Amalia García. “En los textiles reelaboró aspectos de su pintura a través de composiciones geométricas con planos y líneas coloridas”, destaca. A través del archivo, Yente registró obsesivamente los eventos de las carreras de ambos con minuciosidad conceptual y estética; a través los libros de artista, versionó narraciones clásicas de nuestra cultura además de relatos sobre el amor y la vida junto a Juan Del Prete.
Entrada actualizada el el 24 ene de 2022
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