La Fundació Baleària rinde homenaje a la trayectoria artística de Hans Dieter Zingraff, uno de los pintores del Constructivismo con mayor reconocimiento a nivel nacional e internacional. De carácter disciplinado y eneérgico, Zingraff ha llevado su obras por todo el mundo. El Cairo, Nueva York, Colonia, Lima o pekín son algunas de las ciudades que han acogido exposiciones del artista, tanto individuales como colectivas, participando también en numerosas ferias de arte.
Desde que en 1972 decidiera instalarse en pleno corazón del parque natural de el Montgó, subyudago por la inmensidad del Mediterráneo y por el encanto de Dénia, Zingraff se ha dedicado plenamente a la creación de un arte tan personal como complejo.
Hans Dieter Zingraff nace en Karlsruhe en 1947. Situada al sudoeste de Alemania y muy cercana a la frontera francesa, su trazado geométrico en abanico la convierte en una de las ciudades barrocas más bellas del urbanismo germano.... Desde joven siente especial interés poe el dibujo y la pintura. Cumpliendo el deseo de sus progenitores, realiza estudios de Ingeniería, no obstante, su vocación acaba por imponerse y acude a clases particulares en la Academia de Arte, donde recibbe enseñanzas e influéncias del profesor Dieter Rick.
Su formación técnica se complementa con la pintura mural, pintura sobre vidrieras y el diseño de muebles. A ello se añade una atracción inusual por la percepción del espacio, por la relación entre lo que parece y lo que realmente es.
Su estilo ha evolucionado a lo largo de cuarenta años de intensa búsqueda creativa. Desde el arte figurativo, la crítica social y el surrealismo, pasando por etapas de transición, ha ido traspasando de manera libre y autodidacta diferentes lenguajes de las vanguardias artísticas.
Partiendo de unas premisas basadas en el orden, la integridad y la experimentación, la estética de Zingraff se erige desde el constructivismo para crear su propia identidad visual. Intérprete de una sensibilidad especial, su obra desprende un crisol artístico único, la comunión perfecta entre diferentes disciplinas en las que destacan la pintura, escultura, arquitectura, ingeniería y diseño.
La línea y la geometría dominan la composición, el uso y las combinaciones de color, con sutiles gradaciones y marcados contrastes, proporcionando luminosidad al conjunto. La introducción de collages, fotografías de arquitecturas insertadas estratégicamente, crea perspectivas estudiadas con gran precisión. La composición adquiere volumen mediante estructures superpuestas, las formes se liberan y salen del cuadro.
De este modo el artista nos confunde, integrando el espacio interior y exterior. La pared se convierte en parte de la composición, así como el reflejo de luces y sombras que intensifican la sensación de obra tridimensional. La armonía transciende la percepción lógica y es, en ese preciso momento, cuando nos encontramos la mirada de Zingraff.
A lo largo de su vida ha recibido numerosos premios y distinciones , entre las que destacan la Tercera Medalla en el 51 Salón de Otoño de Madrid, la Segunda Medalla en el 52 Salón de Otoño o la Medalla de la OMJECT de El Cairo. Podemos encontrar su obra en museo principalmente de España, pero también de Alemania, Francia, Portugal o Egipto.
Adentrarse en el laberinto geométrico de Zingraff, en el juego de perspectivas ilusorias y engaños reales, desvela " lo esencial" en el arte, siempre desde un estilo inconfundible.
Entrada actualizada el el 05 feb de 2019
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