Este proyecto toma como punto de partida el propio edificio del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), de los arquitectos Enrique Sobejano y Fuensanta Nieto. El C3A es uno de los últimos centros de arte construidos en el estado español que pretendía alcanzar el denominado “efecto Guggenheim”: utilizar un elemento arquitectónico monumental -normalmente un museo o centro cultural- para la dinamización de la industria turística y la especulación inmobiliaria.