«Vivimos en tiempos tan difíciles que es peligroso hablar o guardar silencio». Así parecen aseverar estas figuras de inquisidores, enjuiciados, cráneos de condenados y familias de criptojudíos. El artista muestra el horror desplegado en los autos de fe y evoca las impías sentencias ejecutadas al amparo de una distorsionada justicia. No debemos olvidar que seguimos asistiendo a discriminación por raza, sexo o creencias. Proyecto de Liber E-México para rescatar las memorias del 1er escritor judío en América