Geografías de la Mortalidad explora la impronta corporal intentando reconstruir lo existente a través de sus huellas, consiste en la recolección de cicatrices que incrusta en paredes de gypsum, a partir de impresiones de alginato y moldes de yeso, tomados del cuerpo de personas que por distintos motivos llevan estas marcas en su piel. Complementa la instalación un conjunto de textos donde los portadores de las cicatrices cuentan el origen de las mismas y cuyo carácter ilegible evoca su dimensión, intima.