Para la realización de la obra tomé casquillos de balas 9mm percutadas y diseñé patrones, les tomé el calco en látex para poder multiplicarlos y luego pinté a mano cada munición, generando distintas capas de sentido formales y conceptuales, es un "mural de balas de goma" -como llamamos en la Argentina a los polémicos proyectiles antidisturbio- a la vez que a la distancia puede percibirse como un tapiz ornamental