Es una reflexión sobre la relación con la madre, con lo que nos une. El cordón umbilical es el primer elemento que nos une y nos deja una huella en el cuerpo para siempre recordándonos de dónde venimos. Es una reflexión también sobre la maternidad, el derecho a tener o no tener hijos o hijas. Es una invitación a replantarse el origen y a no renegar de él.