Aunque inició estudios de Derecho, su afición a la lectura, el dibujo y la pintura se manifiesta en él desde muy pronto. En 1945 realizaba sus primeros collages y en 1948 participa en la fundación de Dau al Set. En 1950 celebra su primera individual en Barcelona y en 1952 recibe el Gran Premio de pintura de la Bienal de Sao Paulo. A partir de aquí, su estilo se define alrededor de la investigación sobre la materia y sus texturas, por un lado, y sobre los signos y símbolos –cruces, letras...–, por otro, concibiendo la superficie pictórica como un muro. Su reconocimiento internacional lo convierte en uno de los más importantes artistas españoles del siglo XX. En 1990 se inauguró en Barcelona la Fundación de su nombre.