La obra de Eva Koch se expresa mediante esculturas localizadas en un espacio específico, es decir conceptos físicos concretos en el interior de un espacio determinado, y vídeos, que pueden ser más comunes, pero que también están concebidos para espacios y lugares concretos. En términos generales, la obra de Eva Koch se basa en los encuentros entre personas y en la comunicación. En el modo en que las personas tratan de ponerse en contacto mediante la comunicación. En el hecho de que, a pesar de cualquier diferencia, todos tenemos las mismas emociones fundamentales de alegría, dolor, curiosidad y extrañamiento. La obra de Eva Koch es abierta y rica en imágenes, que al tiempo que se proyecta sobre sí misma, se proyecta hacia el mundo.