Durante largo tiempo he mantenido una mirada crítica en mis procesos de creación, en este momento siento la necesidad de permitir en mi obra la reflexión sobre dónde acontece el acto creativo. Al respecto; pienso que debe haber una mayor cercanía entre la acción cotidiana y los medios del arte, en este caso en particular entre nuestra actividad diaria y la acción escultórica: Mi vida es mi primer acto creativo y la escultura es el medio que me permite mostrar y enlazar mi experiencia en lo colectivo, es mi puente. En busca de esta coherencia toda actividad que realizo adquiere sentido en la labor que la crea. La escultura se convierte en un rasgo arqueológico que devela la historia de un material y con ella la memoria de una acción humana.