Mi formación empezó desde que abrí los ojos a esta vida. Estudié ilustración en la escuela de artes Martín A. Malharro de la ciudad de Mar del Plata, pero luego me dediqué a la pintura que es lo que captó toda mi atención. Mi formación es casi en su totalidad autodidacta. Tengo recuerdos de intentar dibujar la realidad como se ve desde mis cuatro años. Siempre me apasionó el dibujo y lo hice con mucha frecuencia toda mi vida. Una pintura realista pareciera que es algo que está detenido en el tiempo. Yo intento trascender eso e ir un poco más allá. Busco a partir de una imagen, despojada del movimiento, que el tiempo vuelva a surgir cuando ésta es captada por el ojo del espectador y se renueve constantemente con el motor de las apreciaciones particulares de los que observan. Cuanto más realista pinto más entiendo la realidad y cómo funciona. Más entiendo a la naturaleza y más me entiendo a mí mismo.