Es el último miembro de una dinastía con 17 pintores destacados, de la escuela Holandesa. Poseía una personalidad nómade y llena de excesos. Tenía la particularidad de pintar para sobrevivir. Pintaba lo que el mercado demandaba y aquello que la gente deseaba tener. Nunca se propuso ser artista. Fue dueño de un gran talento, realizaba sus creaciones con grandes facilidades y en cuestión de poco tiempo ejecutaba sus pinturas; incluso era capaz de pintar varias obras a la vez. El 20 de diciembre de 1934 en una habitación de hotel en Santiago de Chile se lo encontró muerto. Se presumió que había sido causa de un homicidio, pero finalmente se dictamina que fue una intoxicación el motivo de su muerte.