A través de la dirección artística y fotografía análoga, Lafea muestra una realidad compartida por cientos de jóvenes. La inestabilidad, la inconformidad, la rebeldía. Ante un mundo que nos quiere moldear para hacernos encajar en un engranaje social rigido, Lafea plasma este malestar a través de lo absurdo y de las posturas poco convencionales en su fotografía. El espacio y cómo nos adaptamos a él, es un elemento recurrente en su fotografía que es a su vez es una metáfora de la imposibilidad de adaptación, de la incapacidad de encontrar un sitio en el mundo hecho a nuestra medida. En el intento de encajar muchas veces adoptamos roles que escapan de nuestro propio ser, un intento de dejar de ser quienes somos para embutirnos en lo que la sociedad espera de nosotros, es por ello que Lafea introduce en su obra el disfraz y la dicotomía entre seriedad y ridiculez. Porque no hay nada más absurdo que tener que ser otra persona para encajar en un mundo serio y convencional.