Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo / #pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con Carlos Cuadros, director general del Centro Niemeyer de Avilés que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs":

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y de confianza le gustaría trasladar a todos los operadores del mundo del arte?

Carlos Cuadros (CC): Más que un mensaje de ánimo y confianza, me gustaría trasladar un mensaje de realismo, ya que lo contrario sería un autoengaño colectivo. Todos sabemos que el sector cultural depende en gran medida del sector público y que hemos sido siempre de los primeros en pagar los recortes. Esta no será una excepción. Nos esperan tiempos difíciles para los que tenemos que prepararnos desde ya. Mi mensaje de realismo, que no de pesimismo, es que durante el tiempo que dure esta cuarentena vayamos reestructurando nuestra actividad y nuestros gastos, haciendo los ajustes que podamos en las partidas que no sean críticas para poder mantener cierta actividad cuando todo esto pase. En estos momentos tenemos que pensar también en qué podemos hacer para mantener, en la medida de lo posible, a nuestros trabajadores y no incrementar más aún males endémicos de nuestro sector como son el paro y la precariedad laboral. Por tanto, mi mensaje es que saldremos adelante, como siempre hemos hecho, pero tendremos que reinventarnos una vez más.

AI: ¿Cómo cree que va a cambiar el sistema del arte, en general, y el museístico, en particular, a partir de ahora, en lo referente a gestión, exhibición, relaciones con otros profesionales y comunicación? ¿Toca reinventarse?

CC: Toca reinventarse una vez más, desde luego. Algo que queda claro tras esta crisis es que la comunicación digital de nuestras instituciones es un área que tendrá que crecer y que muchos hemos dejado abandonada, bien sea por falta de recursos, de visión o de tiempo. El consumo cultural no se limita a lo presencial sino que cada vez adquiere un mayor peso el consumo digital, a través de contenidos ad hoc como recorridos virtuales por las colecciones, guías didácticas interactivas, material audiovisual de calidad... Los sectores musical y audiovisual lo supieron ver muy bien (aunque tarde, en algunos casos) y fruto de su reconversión hoy tenemos Netflix, Spotify, Filmin, etc. Quienes tengamos la capacidad de reinventarnos en la misma medida estaremos en mejores condiciones de afrontar el futuro. 

AI: ¿Alguna vez pensó que su organización necesitaría de un plan de contingencia online para crisis? 

CC: No, nunca. Creo que todos tenemos en mente los planes de comunicación de crisis para cuestiones como problemas de imagen, dimisiones, tensiones económicas, conflictos laborales o judiciales, etc., pero nadie había previsto un plan de contigencia online para el caso de que todo un país se tuviera que quedar recluido en sus casas de la noche a la mañana. Como decía, el área de comunicación digital será, a futuro, una pieza clave de nuestras instituciones. 

AI: ¿Piensa ahora que deberían acometer una nueva fase online? Si, es así, ¿qué medidas barajan implementar de cara al futuro en una nueva estrategia digital y que no venían ejecutando?

Según datos de 2019, en nuestro país hay 54 millones de teléfonos móviles (más móviles que personas), 42 millones de usuarios de Internet y 28 millones de usuarios de redes sociales. Además, un 87% de la población adulta hace uso del smartphone y un 72% del ordenador [fuente: https://hootsuite.com/es/pages/digital-in-2019]. Cuando todo esto pase, a nuestros museos, galerías, centros culturales, etc., seguirá viniendo el público, desde luego, porque somos seres sociales, pero ahora más que nunca somos nosotros quienes tenemos que llegar a ellos. Y lo haremos a través de contenidos digitales de calidad para ser disfrutados en sus dispositivos. Las medidas que cada uno de nosotros aplicará en este sentido dependerán de sus recursos económicos, de la capacidad que cada uno tenga para contratar a más personal, formar al actual, dedicar más tiempo y dinero a contenidos digitales, etc. Cada institución es un mundo y tendrá que afrontarlo en la medida de sus capacidades y posibilidades.