El Ministerio de Cultura y Deporte, encabezado por José Guirao, sigue fallando sus principales premios de arte. Si en las últimas semanas hemos conocido que el escultor navarro Ángel Bados era el Premio Nacional de Artes Plásticas 2018 y la ilustradora catalana María Rius Camps era la Premio Nacional de Ilustración 2018 ahora se conoce que el Premio Nacional de Fotografía 2018 tiene como galardonado al fotógrafo y publicista catalán Leopoldo Pomés (Barcelona, 1931). 

El jurado ha concedido, por unanimidad, el premio "por su contribución a la historia de la imagen en España, con una trayectoria, vinculada en sus inicios a la vanguardia artística del grupo Dau al Set y AFAL, y siempre comprometida con la modernidad; Leopoldo Pomés ha participado en la configuración de nuestro imaginario colectivo, introduciendo un nuevo lenguaje fotográfico dentro de la publicidad, con una mirada renovada a la sociedad de su época", según reza la nota de prensa del MECD.

El Jurado ha estado compuesto por Miguel González Navarro, director de la Agencia de Fotografía Contacto y fotógrafo; Claudi Carreras Guillén, comisario de Fotografía; Alicia Chillida Ameztoy, historiadora de Arte y comisaria independiente; Luz Bejarano Coca, historiadora del Arte y gestora cultural, miembro de la Junta de la asociación Mujeres en las Artes Visuales y Técnica de exposiciones del Instituto Cervantes, y Adolfo Autric Amarillo de Sancho, coleccionista de Fotografía que, además, se convierte en uno de los primeros grandes coleccionistas activos españoles en ser miembro de un jurado de este premio convocado por primera vez en 1994.

Precisamente, gracias a la reciente donación de Autric al Museo Reina Sofía de un importante lote de obras del Grupo AFAL se puede ver en dicho museo madrileño la muestra "Una aproximación a Afal - Donación Autric-Tamayo", en la que, bajo el comisariado de Laura Terré, se incluyen obras de Leopoldo Pomés.

Y es que Pomés se convierte en el sexto miembro de AFAL en lograr el máximo galardón nacional dedicado a la fotografía tras Alberto Schommer, Carlos Pérez Siquier, Gabriel Cualladó,  Joan Colom y Ramón Masats. Lo que, sin duda, refuerza, aún más, la clara certeza de que se trata de una generación de fotógrafos irrepetible de posguerra que a partir de los años 50 dio a nuestro país una producción excepcional inspirada en el documental neorrealista y el reportaje humanista. 

Cartel de la exposición "Leopoldo Pomés. Flashback" que se presentó en 2015 en el Canal de Isabel II de Madrid. Cortesía de la Comunidad de Madrid

Pomés adquirió su primera cámara fotográfica en 1946 y nueve años más tarde irrumpió con fuerza en el panorama español de la fotografía con su primera exposición, celebrada en las desaparecidas Galerías Layetanas de Barcelona.

Ya entre sus últimas exposiciones individuales cabe citar "Barcelona 1957", celebrada en 2012, en la Fundació Foto Colectania de Barcelona, donde expuso sus fotografías realizadas en Barcelona en 1957 o "Leopoldo Pomés. Flashback" que se presentó en 2015 en el Canal de Isabel II en Madrid y en la Sala La Pedrera de Barcelona.

Posee obra en las colecciones del Instituto Valenciano de Arte Moderno, el Museu Nacional d'Art de Catalunya, el Museu d'Art Contemporani de Barcelona, el Museu Tèxtil i d'Indumentària de Barcelona, el Centro Andaluz de la Fotografía (Almería) y la Michael Hoppen Gallery de Londres, entre otros.

Aunque se le conoce más por su carrera profesional en el campo de la publicidad y la comunicación visual al crear en 1961 junto a Karin Leiz los Estudios Pomés y comenzar a dedicarse al cine y a la publicidad, siendo premiado en 1965 en el Festival de Cine Publicitario de Cannes y seis años después obtendiendo el León de Oro de cine publicitario en Venecia, en 2006 abandonó esta actividad para dedicarse de lleno a su obra fotográfica. 

Al nuevo y prestigioso galardón hay que sumar la Medalla de Oro al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona, el Premio de Artes Plásticas de la Generalidad de Cataluña en 1998 y la Cruz de Sant Jordi en 1999.