Si todo sale como se cuenta (ver lo publicado por El País, La Razón, el ABC y La Vanguardia), el Macba (Museu d''Art Contemporani de Barcelona) saldrá reforzado, tras la negativa -acordada en la sede del propio museo- a que el Centre d''Art Contemporani de Barcelona se ubique finalmente en el edificio del canódromo barcelonés para hacerlo, a partir de julio próximo, en la antigua fábrica de Fabra i Coats, inicialmente sobre 500 m. de la planta baja, ampliables a 2.500 con la habilitación del resto del edificio. El MACBA, dirigido por Bartomeu Marí -que estos días advertía en San Sebastián de la necesidad de hacer sostenibles los proyectos- intensificará también su relación con el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), dirigido ahora por Marçal Sintes, colaborando en la "coproducción de proyectos", incluso con el MNAC - Museo Nacional de Arte de Cataluña, interesado en exponer arte contemporáneo, lo que podría aceptarse desde el punto que se considera que las colecciones de ambos museos deben considerarse como "una única colección al servicio del ciudadano".

Quedarán por resolver flecos, como el contrato con el todavía director del Canòdrom, el suizo Moritz Küng, o la posible utilización del espacio de FAD - Fomento de las Artes y del Diseño -que se trasladaría al Museu del Disseny (Dhub)- por el MACBA, pero parece claro que, en tiempos de escasez, no parecía lógico soportar unos costes de mantenimiento del Canòdrom -1,8 M. de Euros anuales, se ha dicho- cuando el mismo Macba ha perdido un 18% de su presupuesto desde 2009, cuando disfrutó de 13,6 M. de Euros. Al otro lado de la balanza la amenaza de "pensamiento único" en la programación de demasiados espacios, que tanto parece preocupar a artistas, galeristas y comisarios. ARTEINFORMADO