La delicada crisis política que atraviesa Brasil, provocada por grandes escándalos de corrupción -Petrobras, política ambiental o minería, entre los más sonados-, sumada a la mala situación de su economía, han convertido al que fuese el ejemplo de crecimiento y prosperidad en la última década en Latinoamérica, en un país contra las cuerdas.

Como no puede ser de otra forma, cuando un país tiene problemas de este calado, como le sucede a Brasil, todas sus sectores económicos, entre ellos, su tejido cultural, y más concretamente sus museos públicos, se ven también muy seriamente afectados.

En este sentido, la actualidad nos lleva al Museu de Arte Moderna (MAM) do Rio de Janeiro, en donde sus máximos responsables curatoriales el brasileño Luiz Camillo Osorio (Brasil, 1963) y la portuguesa Marta Mestre (Beja, 1980), curador jefe y curadora asistente, respectivamente, dejarán el museo el próximo mes de diciembre tras llegar juntos hace seis años.

El momento de su renuncia coincide con los problemas financieros de la institución. Su presupuesto anual de 6 M. de Reales, dotados por el Ministerio de Cultura, más los fondos captados a través de la Ley Rouanet -cuatro patrocinadores (Bradesco Seguros, Light, Petrobras y Techint)-, no alcanzan para cubrir todas las actividades del museo. Ello ha provocado que sus fondos de reserva estén prácticamente agotados.

"Sudamos para mantener el calendario de exposiciones, además de buscar la donación de obras que nos permitieran adquirir nuevas piezas para la colección del museo", ha comentado Camillo.

Y es que desde 2010 hasta la fecha, el curador y su equipo han conseguido traer 400 obras nuevas para el fondo artístico de la institución, cuya colección suma 6.500 trabajos. En total el MAM cuenta con cerca de 15.000 obras, ya que hay que sumar otras 6.400 obras de la Colección Gilberto Chateaubriand -uno de los fondos más importantes del país, que se encuentra en préstamo- y 2.000 fotografías de la Colección Joaquim Paiva -también en préstamo desde el año 2005-.

No es el único mérito de esta dupla de curadores, ya que también hay que destacar, en este tiempo al frente del MAM, la organización de grandes muestras internacionales, con artistas como Louise Bourgeois o Nan Goldin; el reforzamiento del diálogo con el arte contemporáneo brasileño; pero, sobre todo, la puesta en marcha de actividades pedagógicas que han llevado al MAM a establecer un fluido y rico diálogo con comunidades periféricas y poblaciones en riesgo de exclusión social.

A pesar de que su renuncia coincide con los problemas financieros de la institución, los curadores no la han ligado a ella. Osorio, curador del Pabellón de Brasil en la Bienal de Venecia de 2015, ha declarado que quiere dedicarse de pleno a la vida académica -profesor del Departamento de Filosofía en la Pontíficia Universidade Católica-Rio-, una actividad que viene conciliando, en los últimos seis años, con la de curador jefe del MAM, pero, que, a partir de 2016, se verá aún más incrementada ya que dicha universidad le ha propuesto para asumir la dirección del departamento de Filosofía, un cargo que asumirá cuando deje el MAM.

Para el curador jefe "la ambición más grande del museo debe ser fortalecer el grupo de patrocinadores y conseguir una dotación presupuestaria fija".

Lamentablemente, no es la única renuncia producida, en los últimos días. El arquitecto Hugo Segawa ha renunciado a su cargo de director del Museu de Arte Contemporânea da Universidade de São Paulo (MAC USP) de la Universidade de São Paulo, ubicado en el antiguo edificio de la Dirección General de Tráfico, en Ibirapuera, en São Paulo.

Segawa, que es también profesor de la Facultad de Arquitetura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo, comenta en su carta de renuncia -entregada a los empleados, miembros de la junta directiva y rector de la universidad- que el motivo de tomar esta decisión ha sido el aislamiento del consejo.

"Entendí que seria conveniente que el museo tuviese un director más alineado con el consejo deliberante", apostilla Segawa.

Dicho consejo en un comunicado emitido dicen "recibir con absoluta sorpresa la solicitud de renuncia de Segawa, alguien que fue elegido por el consejo por mayoría absoluta, en primera votación, en abril de 2014.

El ya ex-director del MAC de São Paulo, que llevaba 19 meses en su cargo -elegido por 4 años-, fue el primer arquitecto en ocupar la dirección de este museo. Hasta que se eliga a su sustituto la dirección recae en Katia Canton, vice-diretora del MAC.