''Lección de Arte'' pone punto y final a la programación del 25º aniversario de la pinacoteca madrileña. Ideada y desarrollada por el Área de Educación del museo, la muestra coincide con la convocatoria de la primera residencia para artistas del Thyssen.
El MACBA acoge la primera retrospectiva de la artista estadounidense minimal Rosemarie Castoro en España. Al frente de la muestra se encuentra Tanya Barson, conservadora jefe del museo barcelonés.
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza transforma su espacio en una escuela con motivo de la exposición ''Lección de Arte'', proyecto que pone el broche final al programa de actividades con el que la pinacoteca celebra 25 años de actividad. La novedosa muestra es una reivindicación del papel educativo que juegan los museos y persigue ''tender puentes entre la producción cultural más contemporánea y el museo, entre sus obras y la labor de sus educadores''.
La curaduría del proyecto, ideado y desarrollado por el Área de Educación, corre a cargo de Ana Moreno, Rufino Ferreras y Ana Andrés. Los tres han seleccionado obra de artistas contemporáneos nacionales e internacionales como Antoni Muntadas (Barcelona, 1942), Cinthia Marcelle (Belo Horizonte, Minas Gerais, 1974), Dennis Adams (Iowa, 1948), Dora García (Valladolid, 1945) y Erwin Wurm (Bruck an der Mur, Austria, 1954), entre otros.
En palabras de los organizadores, ''el proyecto cuestiona este modelo (exposiciones con desarrollo lineal) y propone otras formas de leer los objetos/artefactos del pasado desde la contemporaneidad. Lección de Arte habla de la emancipación del público y de cómo este, a partir de sus aportaciones, puede (…) transformar su lugar en estas instituciones''. Lo hace a través de tres acciones claramente definidas: cuestionar, reformular y transformar, ideas que convierten el museo en un aula en la que el espectador recibe cuatro lecciones. Estas lo impelen a cuestionar el conocimiento, cambiar su rol pasivo a un rol activo, crear un museo a medida del visitante y hacer real la utopía que es el arte.
La muestra viene acompañada de un completo programa educativo que cuenta con casi una decena de actividades, así como de la convocatoria de dos becas para residencias artísticas que el museo produce junto a Casa de Velázquez, espacio en el que se alojarán los dos artistas seleccionados. Es la primera vez que el Thyssen abre sus puertas a este tipo de convocatorias.
También es la primera vez que una gran pinacoteca española inaugura una muestra de estas características, en la que se reivindica el papel educador del museo y la interacción activa de los visitantes. Los únicos antecedentes existentes centran su labor educativa en el público infantil y juvenil, como es el caso del ciclo expositivo anual ''Aprendiendo a través del arte'', en el que jóvenes y artisas emergentes y consagrados trabajan codo con codo y que el Guggenheim de Bilbao puso en marcha en 1998. Sin embargo, la del Thyssen es la primera propuesta que aproxima la contemporaneidad al público adulto.
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