Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo/#pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con Fernando Castro Flórez, profesor, crítico de arte y comisario independiente, y que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs":

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y de confianza le gustaría trasladar a todos los operadores y actores del mundo del arte?

Fernando Castro Flórez (FCF): Más que dar un mensaje de "ánimo" me gustaría no "des-animar" a nadie. Bastante tenemos con lo que (nos) pasa. Mi actitud no es nunca optimista (algo que puede rallar con el estricto delirio o ser mera consecuencia de la ideología de la "happycracia") ni pesimista o nihilista (sembrar ceniza en campos carentes de fertilidad es redundante o sencillamente macabro); prefiero, a pesar de todo, mantener algo (ya poco) de jovialidad (lo que Nietzsche llamara "gaya ciencia") y, sobre todo, mantener, como motor vital, la curiosidad. Me gustaría pensar que podemos aprender algo de esta crisis brutal: el planeta está, literalmente (no quiero ser apocalíptico) ENFERMO y tenemos que tomar muchas medidas. Ahora nos hemos visto golpeados globalmente por un virus pero lo que habría que pensar es que dimensión viral de la globalización (esto no es un juego de palabras). Se necesitará no solo cultura sino, sobre todo, pensamiento crítico y tendremos que aprender a tomarnos las cosas, como suele decirse, "con filosofía". Sufrimos una crisis de confianza, otra forma de pensar una pandemia que tiene dimensiones ecológicas, de tremenda desigualdad social y económica y de falta de solidaridad. Ojalá empecemos a construir un mundo mejor. El arte tiene, en ese proyecto utópico, mucho que aportar.

AI: ¿Cómo cree que va a cambiar el sistema del arte, en general, y el trabajo de curaduría, en particular, a partir de ahora, en lo referente a conceptualización de proyectos, relaciones con otros profesionales y/o organizaciones y estrategia de comunicación? ¿Toca reinventarse?

FCF: Ahora mismo el sistema del arte está, como todos los campos del trabajo, en colapso completo, en frenazo salvaje. Las partes más débiles del sistema están sufriendo mucho y, lamento tener que ser un agorero, lo pasarán todavía peor. Aquellos que no son "funcionarios" no podrán aguantar una cuarentena muy prolongada, pero incluso las instituciones se van a resentir hasta límites que aún no podemos asimilar. Basta con comprender que los museos están perdiendo los ingresos de taquilla, que las programaciones se están descabalando y que el "decallage" de la pandemia impedirá que se vuelva a poner en marcha todo hasta dentro de meses. Ahora en China no hay apenas contagios, en Europa estamos en horrendo crecimiento de contagios y muertes, pero todavía no ha empezado "la cosa" en América Latina o África. Ferias de arte, bienales, exposiciones itinerantes, trabajo global de galerías y artistas, todo esa dinámica no se podrá restablecer hasta dentro de bastante tiempo. Por supuesto, los trabajos curatoriales también se verán bloqueados hasta que se encuentren vacunas, tratamientos y se controle la pandemia. No es tanto cuestión de re-inventarse porque en este campo no tiene apenas sentido confiarse al "teletrabajo". 

AI: ¿Piensa ahora que debería acometer una nueva fase online para visibilizar y difundir más y mejor tus proyectos? Si, es así, ¿qué medidas baraja implementar de cara al futuro en su nueva estrategia digital y que no venía ejecutando?

FCF: No estoy cambiando mi dinámica en las redes sociales. Evidentemente, algunos comisariados que tenía para los meses de abril o el resto del año están "en suspenso" y tendremos que esperar para re-programarlos. Como profesor universitario, no exagero, tengo más trabajo todavía que cuando tengo clases presenciales: hago lecciones on line, preparo powerpoints, hago tutorías digitales y no dejo de tener contacto con mis alumnos. Para mí, ahora, el principal asunto es cumplir con mis obligaciones académicas y atender a los alumnos universitarios para que no pierdan el cuatrimestre. Por otro lado, sigo haciendo en YouTube (en mi modesto canal que está cerca de los 10.000 seguidores) vídeos de libros de arte, comentarios de exposiciones y algunas frikadas para poner "al mal tiempo buena cara". No se trata de ninguna "estrategia digital" sino de una continuación de mi forma de intervenir críticamente y hasta lúdicamente en la esfera pública en torno a cuestiones artísticas, estéticas, culturales y, por supuesto, políticas.