Rosell Meseguer (Orihuela, Alicante, 1976) nos lo cuenta así: “Mi primera exposición individual en Madrid fué comisariada por Mariano Navarro. Recuerdo el día de la inauguración sus palabras rotundas y directas: ‘Gracias, gracias por estas fotografías escultóricas’. (Batería de Cenizas. Metodología de la Defensa, Avenida de América-2003).

Con este mismo proyecto, fuí finalista en Descubrimientos PHotoESPAÑA 2004, selección que me permitió formar parte de la muestra Mediterranean Between Reality and Utopia, en The Photographers' Gallery (Londres), comisariada por Lisa Le Feuvre. Lo mejor de Lisa es que te hace sentir como si te conociera desde siempre, su cercanía, su capacidad de poner en diálogo las obras y su generosidad fueron fundamentales. Esta misma sensación la he tenido con Fernando Gómez de la Cuesta justamente comisariando este mismo proyecto para Cigarreras (Alicante-2018).

En 2015, expuse individualmente en la galería Document Art, Buenos Aires. El proyecto OVNI Archive ya había sido mostrado en numerosas ocasiones en Europa y en América. Por eso me sorprendió cómo Sonia Becce, tomando la idea fundamental del proyecto supiera destacar muchas partes que estaban en el proyecto y yo parecía haber olvidado. Fue una muestra de profesionalidad y especialmente una renovación de cómo yo había estado planteando el proyecto.

Cuando pensamos en comisariado, pensamos en una exposición, en un espacio. Más allá de este trabajo, con Rodolfo Andaur el trabajo de sala se llevó al trabajo in situ, un trabajo de campo donde él tenía una paciencia infinita. Recuerdo que podía esperarme durante largos periodos, grabando, tomando fotografías o haciendo dibujos en el Desierto de Atacama.”

El portugués Nuno Nunes-Ferreira (Lisboa, 1976) refiere que “En 25 años de carrera hay varias experiencias pasadas, algunas muy buenas, otras muy malas, pero me gustaría compartir mi experiencia aquí con un galerista con el que trabajo desde el principio, que es Juan Silió.

Juan tiene una galería en Santander y fue allí en una feria donde lo conocí a través de una coleccionista portuguesa que nos presentó. En esa feria estuve exponiendo en una galería portuguesa, mi trabajo ya estaba vendido y recuerdo que estaba viendo los espacios de las otras galerías, ya no recuerdo cómo sucedió, pero por casualidad nos presentaron allí en su stand donde, después de una breve presentación, Juan me invitó a visitar su galería en el centro de la ciudad. Al día siguiente por la mañana fui a ver su espacio, hablamos muy poco y salí de allí con una bolsa llena de catálogos.Pasó un año, o quizás más de un año… y cuando ya no recordaba ese nuestro encuentro, me llamó para preguntarme si quería trabajar con él. Me sorprendió mucho la llamada y la invitación, esta vez hablamos mucho, hablamos de mi trabajo, de la obra que había vendido en esa feria de Santander, y lo más curioso es que Juan sabía exactamente todo lo que tenía hecho desde nuestro primer encuentro un año antes, me había estado estudiando.

Desde entonces hemos tenido una buena relación profesional y amistosa, varias exposiciones individuales, muchas ferias, Juan ha puesto mi obra en muy buenas colecciones, recientemente abrió una segunda galería en Madrid para donde ya estoy preparando una exposición.

Para mí como artista es muy importante este crecimiento conjunto con una galería, los dos crecimos con el trabajo del otro, yo como artista, él como galerista, curiosamente de todas las conversaciones que hemos tenido hay una que me marcó mucho, cuando al final de una feria donde habíamos vendido todas las obras que yo tenia en el stand, le pregunté: ¿y ahora qué? a lo que Juan respondió: ahora pensarás en cambiar tu trabajo porque esto ya sabemos que funciona, pero no vamos a querer estar vendiendo lo mismo toda la vida.”

Y el asturiano Avelino Sala (Gijón, 1972) indica que “Una de las experiencias mas gratificantes con galerías fue mi primera exposición en Galeria ADN en Barcelona en 2015. Llevaba varios años viviendo en la ciudad y en ese año preparamos el  proyecto “Walk to the end of the World”. Fue mi primera colaboración con la galería y el comienzo de una relación profesional muy intensa y gratificante, ademas de sentirme “acogido” en el contexto Arte en la ciudad. 

Esa relación continua en el tiempo, de hecho ahora mismo estamos preparando la siguiente individual en la galería para Junio de 2021. El proyecto funcionó increíblemente y algunas piezas han sido importantes posteriormente, como por ejemplo Barricada. 

Quiero resaltar esa exposición porque el tiempo va pasando y los artistas necesitamos motivaciones para “seguir” trabajando en este complejo contexto, encontrar nuestro espacio y trabajar dede ahí con rigor, seriedad y profesionalidad. Trabajar con una galería como es ADN, para mí es una maravilla. Así que esta es mi mejor experiencia por ahora. 

Unos años antes, siendo mas joven, en 2004,  también podría resaltar el comienzo del vinculo con Ethan Cohen, galería de NY, y mi primer viaje a EEUU para trabajar con el, con quien sigo colaborando. Esa tiene más que ver con el contexto experiencial y vital, casi deslumbrador, por encontrarme con artistas asiáticos y norteamericanos y agentes del arte de primer nivel mundial, siendo yo aun muy joven.  Buenas experiencias ambas, a recordar en este tiempo de pandemia, donde las complicidades son importantísimas.”