Coleccionar no solo implica disponer de ciertos recursos -sobre todo dinero y tiempo- también, requiere, y mucho, de conocimiento del arte y de las reglas que rigen su mercado. 

Aunque, son muchos los que opinan que una cosa es el arte y otra el mercado de arte, y, claro, no les falta razón, en la capital chilena, desde el Centro de Estudios del Arte (CEdA) y Antenna, dos fundaciones privadas sin ánimo de lucro e impulsadas, mayormente, por coleccionistas, llevan varios años intentando que ambas cosas se unan y fluyan de la forma más natural.

En buena parte, gracias a una serie de iniciativas dirigidas a la formación, filantropía y coleccionismo de arte. Desde luego, no es tarea fácil en un país cuya base de coleccionistas no es muy grande en comparación a otros de la región, de ahí, la importante labor de esas dos entidades en lo tocante a potenciar el coleccionismo y mecenazgo dentro del país.

Desde el CEdA, su director, Sebastián Vidal Valenzuela, nos comenta "que se trata de una fundación privada dedicada al estudio, promoción y difusión de prácticas artísticas contemporáneas, principalmente chilenas y latinoamericanas. Para este propósito, CEdA desarrolla una serie de iniciativas como Seminarios, Talleres, Boletines y Documentos que apuntan a impulsar el trabajo de investigadores e historiadores del arte sobre temáticas diversas como los archivos de arte, la performance, el videoarte, el feminismo, entre otros. Igualmente, CEdA desarrolla un programa de difusión de artistas jóvenes a partir de un programa de Podcast. En este sentido, CEdA apoya la investigación en torno a las obras, los artistas, las exposiciones, la curaduría, las instituciones y, desde luego, el coleccionismo". 

No en vano, su impulsor es el coleccionista Pedro Montes Lira, también fundador de la galería D21 Proyectos de Arte, y a quien acompañan en el directorio otros coleccionistas chilenos como el matrimonio formado por Paula del Sol y Carlo Solari o Gabriel Ossandón, además del librero y ex galerista Sergio Parra. También fue miembro Pedro Andrés Yaconi, sobrino del fallecido coleccionista y mecenas Hugo Yaconi, co-fundador del Museo de Artes Visuales - MAVI (Santiago).

Vidal, nos puntualiza que: "el CEdA no defiende una línea de coleccionismo en particular, más bien, se interesa por el coleccionismo en un amplio espectro como un eslabón necesario para el adecuado funcionamiento del ecosistema del arte y lo aborda desde la investigación histórica y contextual, ya sea en su dimensión propia y relacional con otros agentes como el museo, las galerías, la política cultural, las bienales, las ferias, etc.". 

No obstante, según reza en su web: "las líneas de interés sobre las que trabaja la Fundación se concentran en el arte chileno producido durante los años setenta, ochenta y noventa". Un tipo de arte y coleccionismo que desde hace años también defiende Montes Lira desde su galería D21 y a través de su colección privada.

Desde 2014, la Fundación Antenna viene compartiendo la tarea de promover el conocimiento del arte y tratar de aumentar la base de filántropos y coleccionistas chilenos, sobre todo con jóvenes, y, de paso, romper con la creencia de que el coleccionismo es coto privado de ricos.

"Antenna nació por el interés de tres amigos en desarrollar el arte y la cultura chilena a través de la participación activa de personas, empresas e instituciones. Sus fundadores se plantearon como primer objetivo el construir una comunidad filantrópica que funcionara como un espacio de encuentro y aprendizaje, pero también como un motor de difusión y financiamiento cultural", explican en sus web.

Los tres amigos en cuestión son: el periodista y coleccionista Alfonso Díaz, la gestora cultural Constanza Güell y la gestora económica Elisa Ibañez.

Tanto en su directorio como en su consejo asesor se sientan varios coleccionistas, entre los que están la consultora Rocío Chávez o el joven abogado especialista en cultura Lucas Dibán, hijo de Christian Dibán, empresario, coleccionista, mecenas y también socio colaborador de Antenna.

En la actualidad, Antenna cuenta con 300 miembros. Y en estos más de cinco años ha llevado a cabo 260 sesiones y 12 proyectos. 

En las sesiones Antenna son varios los coleccionistas que han conversado sobre arte y mostrado sus fondos. Entre ellos, Gonzalo Ramírez, Hernán Garfias, Felipe Forteza o José Manuel Diaz, cuyas colecciones reúnen, principalmente, artistas chilenos.

En cuanto a los proyectos filantrópicos, cabe destacar su contribución a desarrollar y hacer económicamente posible la exposición de Voluspa Jarpa en el Pabellón de Chile en la 58ª Bienal de arte de Venecia. 

Como informan en su web: "Antenna organizó el aporte económico de 25 personas gracias a quienes se financió casi el 40% de los costos del proyecto total". 

"Gracias a las membresías y aportes de nuestra comunidad, Antenna genera sus propios recursos y no depende de aportes estatales ni fondos concursables. Esto nos permite dedicar todas nuestras energías a encontrar soluciones creativas para las necesidades del mundo del arte", aclaran sus responsables.

Como vemos, buena parte de la labor de estas dos entidades va claramente dirigida a hacer entender que el mundo del coleccionismo es clave, que sin los coleccionistas y mecenas es, prácticamente, imposible sostener un mercado nacional. Que la mejor manera de hacerlo es promoviendo el conocimiento de arte y difundiendo lo que otros hacen vía coleccionismo o filantropía. Y que de no ser así, pues, será muy difícil ampliar la base de coleccionistas y con ello lograr un mercado sostenible.