En un reciente informe publicado por la Fundación Cartel Urbano se han destacado los desafíos significativos que enfrentan les artistas en América Latina en relación con la libertad de expresión artística. El documento, titulado Estado de la Libertad de Expresión Artística en América Latina, examina detalladamente la situación actual de este derecho fundamental en la región, analizando con especial atención la situación en Cuba, Nicaragua, Perú, Venezuela y Colombia. El foco principal del informe es el período 2020- 2022 sin excluir referencias a períodos anteriores cuando sea necesario.

Una de las principales preocupaciones expresadas en el informe es la persistente censura gubernamental que limita la libertad de expresión artística en varios países latinoamericanos. Esta censura se manifiesta a través de leyes restrictivas, represión de manifestaciones culturales y control de medios de comunicación, lo que obstaculiza la diversidad y la libre creación artística. Ejemplo de ello es la situación en Nicaragua, donde el régimen autoritario de Daniel Ortega y Rosario Murillo actúa con represión contra artistas y activistas que expresan desacuerdo o crítica hacia el gobierno. Así sucedió en 2018 con los hermanos Luis Miguel, Juan Carlos y Harvin Lesage, secuestrados y encarcelados por haber participado en las protestas pacíficas a través de su música, orillándolos a exiliarse a Estados Unidos desde 2019. También es el caso del escritor y ex-vicepresidente (1985-1990) Sergio Ramírez quien fue criminalizado a través de una legislación autoritaria por su novela Tongolele no sabía bailar, la cual criticaba la situación en el país.

Los hermanos Lesage. Imagen vía Artículo 66

Otro ejemplo de lo anterior, es lo que sucede en Perú, donde varies artistas que participaron o apoyaron las manifestaciones de finales de 2022 contra la presidenta Dina Boluarte denunciaron que han sido víctimas de hostigamientos, amenazas e intentos de censura en los meses siguientes. Así mismo, en julio de 2023, en Cusco, artistas de la Universidad Nacional Diego Quispe Tito denunciaron la desaparición de la escultura La descarada, que realizaron para expresarse por la muerte de 70 personas durante las manifestaciones que exigían la renuncia de la presidente.

Consecuencia de lo anterior, el informe también resalta la problemática de la autocensura entre les artistas latinoamericanes, quienes, ante el temor a represalias o consecuencias negativas, optan por limitar su creatividad y restringir el alcance de sus obras. Esta autocensura no solo coarta la libertad de expresión, sino que también afecta la riqueza y la diversidad del panorama artístico en la región. Esto sucede en Colombia, donde a pesar del reconocimiento de la diversidad cultural y el apoyo institucional a las expresiones artísticas, existe una persistente violencia contra artistas, especialmente en áreas afectadas por el conflicto armado y la presencia de grupos armados ilegales.

Integrantes del Movimiento San Isidro. Imagen via Facebook

Otro aspecto alarmante señalado en el informe es la violencia física y el hostigamiento que enfrentan muches artistas que desafían las normas establecidas o abordan temas sensibles. La falta de protección efectiva y la impunidad en casos de violencia contra artistas crean un clima de miedo y vulnerabilidad para aquelles que buscan expresarse libremente a través del arte. Así sucede en el caso de Cuba, donde se destaca la represión policial contra el Movimiento San Isidro en noviembre de 2020 que generó una ola de protestas en la isla y evidenció las tensiones entre el gobierno y les artistas que demandan mayores libertades creativas. El informe recuerda el hostigamiento ejercido por parte de oficiales de la Seguridad del Estado en 2020 a través de detenciones arbitrarias de dos figuras importantes para el movimiento San Isidro, el rapero Maykel Osorbo y el artista visual Luis Manuel Otero, o la vigilancia domiciliaria ejercida sobre la poeta Katherine Bisquet.

Además de los obstáculos relacionados con la censura y la violencia, el informe también destaca la precaria situación laboral y económica de muches artistas en América Latina. La falta de apoyo institucional y políticas culturales adecuadas dificultan su desarrollo profesional y su capacidad para crear sin restricciones.

Ante este panorama, el informe hace un llamado urgente a los gobiernos, las instituciones culturales y la sociedad para trabajar en conjunto en la defensa y promoción de la libertad de expresión artística. Se enfatiza la necesidad de adoptar medidas legales y políticas que garanticen la libertad de les artistas para crear y difundir su obra sin temor a represalias. En conclusión, el informe subraya la importancia de reconocer y proteger la libertad de expresión artística como un derecho humano fundamental en América Latina. Solo a través de un compromiso firme y acciones concretas se podrá garantizar un entorno en el que les artistas puedan expresarse libremente y contribuir al enriquecimiento cultural y social de la región.