Ramón García Alcaraz, director de My Name''s Lolita Art, con galerías en Valencia y Madrid, apunta a ARTEINFORMADO, en referencia al comité de selección de Arco que "quizá, en nuestro país, sería necesario ampliarlo a otros sectores implicados como críticos, directores de museos, coleccionistas..., que aunque no tengan voto, sí que pueden hacer oir su voz y sus opiniones, con lo que se evitaría lo sucedido este año: la competencia desleal".

P-ARTEINFORMADO- ¿Qué opina del procedimiento de selección de expositores, encargado al criterio de un grupo de galeristas nacionales e internacionales?

R- Los comités de la mayoría de las ferias internacionales de arte están formados por galeristas. También es cierto que casi todas las ferias de arte que se gestionan en el mundo son de carácter privado, es decir, no tienen protección institucional alguna en sus respectivos países. Sin embargo, todas ellas tienen un denominador común, el de proteger el arte y las galerías que pertenecen a su país. El caso de ARCO es insólito, aunque IFEMA tiene una autonomía propia, de todos es conocido que está bajo la protección de la Comunidad de Madrid, Ayuntamiento, Caja Madrid y Cámara de Comercio, por lo que debería de tener un carácter más proteccionista hacia el arte español contemporáneo.

P-ARTEINFORMADO- ¿Plantearía Vd. alguna otra fórmula que evitase el posible "favoritismo" en que podría incurrir quien, como los miembros del comité de selección, no dejan de ser juez y parte?

R- En mi opinión el comité de ARCO debe de estar compuesto por galeristas, pero quizá, en nuestro país, sería necesario ampliarlo a otros sectores implicados como críticos, directores de museos, coleccionistas..., que aunque no tengan voto, sí que pueden hacer oir su voz y sus opiniones, con lo que se evitaría lo sucedido este año: la competencia desleal.

P-ARTEINFORMADO- Con frecuencia se acusa al sector galerístico español de ser "arcodependiente". ¿A qué cree que se debe esa dependencia, hasta el punto de que galerías excluídas de ARCO a lo largo de los años rehusen asistir a otras ferias nacionales?

R- No encuentro una razón lógica. My Name´s Lolita Art participa en la feria de Arte Santander.

P-ARTEINFORMADO- ¿Existen en el panorama nacional otras ferias que aporten suficiente visibilidad -y ventas- a artistas y galerías ante sus coleccionistas? ¿Cree que la especialización -Estampa, DFOTO, Swab, LOOP, JAM, …- es una vía alternativa?

R- Desde luego vamos hacia una especialización en el sector. Realmente todas las ferias enumeradas tienen una gran calidad y, algunas de ellas, incluso reconocidas internacionalmente. Sin embargo, ARCO es la gran feria del arte español y en la que se resumen todas las demás.

P-ARTEINFORMADO- ¿A qué atribuye Vd. la extrema concentración de compras artísticas en ARCO por parte de los coleccionistas españoles, sobre todo institucionales?

R- Ha habido grandes cambios en la mentalidad del coleccionista. Las ferias de arte crean una gran excitación para la compra. Es la gran excusa para que los coleccionistas se encuentren, comenten sus adquisiciones, saluden a sus amigos y a sus galeristas. Realmente es una gran fiesta de cultura y comercio. En la actualidad el protagonismo de las ferias de arte es tal que, incluso, ha restado importancia a las Bienales de Arte. Este es el motivo por el que galerías de todo el mundo quieran participar en estos eventos. Sin embargo, las instituciones españolas deberían tener muy claro que su deber es el de proteger a las galerías nacionales, acogiendo a las extranjeras para fomentar las relaciones culturales y comerciales.

P-ARTEINFORMADO- ¿Qué opinión le merece la orientación emprendida por ARCO respecto a más arte y coleccionismo internacional (presentación en Londres)? ¿Qué riesgos y oportunidades detecta en esta estrategia?

R- ARCO ya era una feria internacional con la anterior directora, Rosina Gómez-Baeza. En la actualidad se ha convertido en una feria de extranjeros, que no es lo mismo que internacional. Si las ferias de arte están de moda, es lógico que la dirección de ARCO quiera capitalizar este momento. Creo que es, además, su deber. Cualquier movimiento publicitario en el exterior es loable y contará con todo el apoyo de las galerías nacionales, pero en estos momentos la expulsión de veinte galerías de prestigio españolas ha causado un gran malestar en el sector, y un daño para la promoción del arte español, que probablemente sea irreparable. En vez de aprovechar los buenos vientos feriales para potenciar nuestra cultura, lo hemos convertido en una desagradable tormenta que no nos va a llevar a buen puerto.