Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo / #pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con Martí Manen, comisario y crítico de arte, y, desde 2018, Director de Index - The Swedish Contemporary Art Foundation, en Estocolmo, y que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs":

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y de confianza le gustaría trasladar a todos los operadores y actores del mundo del arte?

Martí Manen (MM): La situación va a provocar un cambio radical. Si el sistema -en general- muestra su absoluta fragilidad, algo como es el mundo de arte (mucho más débil) puede sufrir muchísimo con esta crisis. Una crisis que implica no ver un futuro claro sino que ya ni podemos saber qué va a pasar la próxima semana. De todos modos, no nos olvidemos de que la incertidumbre siempre ha estado presente, aunque seguramente de un modo menos transparente que ahora. Creo que es momento para pensar e intentar cambiar algunos modos, es necesario que se vea el mundo del arte como un sistema ecológico en el que todas las partes son necesarias, todas las partes tienen que trabajar desde la generosidad. En momentos como el actual lo que demuestra la "calidad humana" del sistema es la cultura, lo demás es barbarie. Espero que los políticos sean conscientes de ello. 

AI: ¿Cómo cree que va a cambiar el sistema del arte, en general, y el trabajo de curadoría, en particular, a partir de ahora, en lo referente a conceptualización de proyectos, relaciones con otros profesionales y/o organizaciones y estrategia de comunicación? ¿Toca reinventarse?

MM: Todo puede cambiar mucho y los cambios no son necesariamente algo negativo, aunque de miedo. Hemos vivido una inflación de actividad, hemos apretado la máquina para que funcionara a una velocidad extremadamente alta. A lo mejor es el momento para frenar y buscar otros ritmos. Evidentemente el cambio afecta mucho en lo económico ya que si nos fijamos en cómo trabaja un curator freelance veremos que necesita una cantidad muy alta de proyectos en marcha para simplemente sobrevivir. Algo tiene que cambiar para que no sea así, también desde las instituciones vamos a tener que repensar mucho cómo se trabaja y seguramente sería interesante plantear tiempos mucho más largos para cada proyecto en el que la parte de investigación sea entendida como importante, así como también la parte de aprendizaje. Creo que no podemos atomizar como se ha estado haciendo. 

AI: ¿Piensa ahora que debería acometer una nueva fase online para visibilizar y difundir más y mejor tus proyectos? Si, es así, ¿qué medidas baraja implementar de cara al futuro en su nueva estrategia digital y que no venía ejecutando?

MM: Bien, ante todo mucha calma. Vemos ya mismo una inflación de saltos a la red sin pensar mucho qué significa la red. Las exposiciones físicas no pueden convertirse en digitales de un día para otro sin un trabajo conceptual: no es lo mismo ni es el mismo tipo de experiencia, con lo que no se trata de elementos substituibles. En Index Foundation ya llevábamos un tiempo pensando e investigando en formatos y buscando otros sistemas de trabajo y distribución. Desde una pequeña escala -que es la nuestra- pero que pueda servir también para otras instituciones. Por ejemplo, el hecho de que llevemos un par de temporadas invitando a artistas a no hacer exposiciones sino a seguir sus procesos de investigación nos ha abierto la puerta a situaciones distintas y a ritmos fuera de lo habitual. También pensar en cómo se publica, para quién, qué canales son los válidos para cada sector de público, cómo dialogamos con las personas que entienden la institución como su lugar… Sabemos, por ejemplo, que con los sectores más jóvenes no funciona comunicarnos por mail y lo tenemos que hacer por Instagram (sin rebajar los contenidos nunca), sabemos que lo que publiquemos en papel tiene que estar pensado de antemano para un grupo de personas en específico. Lo difícil es que en este aspecto el trabajo se multiplica ya que es necesario diversificar mucho sin olvidar la identidad de la institución.