"No me considero comisaria, sino una profesora-investigadora que, en ocasiones, comisaría exposiciones" aclara Olga Fernández López, otr@ de l@s reconocidos profesionales invitad@s a compartir sus conocimientos y experiencias de la práctica curatorial con los alumnos del nuevo Máster en Estudios de Comisariado del Museo Universidad de Navarra, primer máster oficial que hay en España con esta temática y que arrancará el próximo mes de octubre.

Fernández, una de las mayores especialistas españolas en historia de las exposiciones y del comisariado, al haber priorizado y dedicado a esta temática en sus investigaciones "más energía en los últimos años", no duda en afirmar que "su intención es ayudar a consolidar en el Estado español los estudios curatoriales y construir una base historiográfica y teórica que ayude a las nuevas generaciones".

Olga, al igual que los comisarios Gabriel Pérez-Barreiro, Nuria Enguita y Tania Pardo, a quienes también hemos entrevistado con motivo de este máster, es una gran conocedora del terreno que pisa, que, en su caso, no es otro que el institucional, creyendo que "la práctica comisarial es más dinámica de lo que la mayoría de las instituciones son capaces de asimilar" y subrayando que "lo importante es que exista diversidad de comisarios/as y de proyectos y que las instituciones tomen algunos riesgos a la hora de hacer sus programaciones".

A continuación sus respuestas completas.

ARTEINFORMADO (AI): ¿Cómo definiría la función de comisario de exposiciones en el momento actual?

Olga Fernández López (OFL): Creo que en la actualidad existen muchos tipos de comisarios/as y que esta diversidad enriquece mucho el campo del arte. Hay una gran diferencia entre los comisarios institucionales, que desempeñan una labor fundamental en relación a las colecciones o las programaciones, y los comisarios independientes, capaces de poner en marcha proyectos comisariales, editoriales, performativos, de mediación o de investigación que desbordan la definición tradicional de exposición. Quizá, por ello, una de sus funciones principales sea la exploración de nuevos modos de definir lo que puede, más que ser, hacer un comisario.

AI: ¿Por qué se hizo comisaria? ¿Fue buscado o casualidad?

OFL: Realmente yo no me considero comisaria, sino una profesora-investigadora que, en ocasiones, comisaría exposiciones. Dentro de mis investigaciones la historia de las exposiciones y del comisariado es la línea a la que en los últimos años le he dedicado más energía. Mi intención es ayudar a consolidar en el Estado español los estudios curatoriales y construir una base historiográfica y teórica que ayude a las nuevas generaciones.

AI: ¿Cómo son de importantes las relaciones con otros colegas? ¿Podría indicarnos algún/a comisario/a actual al que considere referente?

OFL: Esta pregunta es complicada de contestar, porque hay muchos colegas a los que sigo con interés. Cada uno/a aporta visiones distintas. Lo importante es que exista diversidad de comisarios/as y de proyectos y que las instituciones tomen algunos riesgos a la hora de hacer sus programaciones.

AI: ¿De qué proyecto curatorial realizado se siente más satisfecha? ¿Por qué?

OFL: Como digo, sólo hago comisariados de forma ocasional, pero estoy muy contenta con la exposición "Mil bestias que rugen. Dispositivos de exposición para una modernidad crítica", que puede verse ahora en el CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla).

AI: Como docente e investigadora, tratando, entre otros temas, la expansión de los formatos comisariales o las estrategias curatoriales. ¿Cuáles son los mayores retos de un comisario del S.XXI? Cómo cree que va a cambiar la práctica curatorial en los próximos años? ¿Qué formatos curatoriales se van a imponer en el futuro próximo?

OFL: Creo que la práctica comisarial es más dinámica de lo que la mayoría de las instituciones son capaces de asimilar, por lo que hay que seguir trabajando en la noción de un comisariado expandido. En consonancia con los tiempos de crisis y redefinición de los modos de hacer, creo que un reto importante es visibilizar la precariedad económica y un desafío la apuesta por los comisariados colectivos.