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Una obra fotográfica que nos muestra una visión nada convencional sobre el universo de las flores, tan representado a lo largo de la historia por infinidad de artistas. A partir de la flor, el artista construye y deconstruye su forma, altera sus colores y juega con los fondos, para ofrecernos escenas que evocan mundos oníricos, paisajes fantásticos y misteriosos o figuras inverosímiles que se alejan totalmente del concepto tradicional de flor. Para el artista, “no hay pincel más sorprendente y rápido que el computador”. También combina esas formas de las flores con elementos geométricos creando un diálogo entre lo orgánico y lo geométrico que enriquece aún más la obra. El artista también ha creado sus propios “homenajes” a destacados artistas de la historia. Pasando por escenas geométricas, puras y simples que evocan claramente la obra de Mondrian, o exquisitos juegos ... visuales, cromáticos y llenos de movimiento reminiscencia del Op Art y Arte Cinético que cultivó Vasarelly, hasta mostrarnos mundos abisales como los que plasmó en su día El Bosco.

Javier ha dado una vuelta de tuerca a las flores y las ha convertido en fotografía artística. Ha tomado las flores como fuente de formas, colores o signos, y las ha trasvasado a la fotografía en diversos formatos (en su mayoría de gran formato) presentándolas sobre papel metallic cubierto por metacrilato.

Javier Abellá ha participado, además de ser responsable de iluminación en distintas óperas, televisiones locales o desfiles de moda y de trabajar como fotógrafo para revistas como ML Magacine o Hot Properties, en Ferias de Arte Internacionales tan destacadas como ARTEXPO New York o KUNSTART en Italia, y actualmente su obra ha pasado también a formar parte de la Colección de Arte Iberdrola.