La exposición resume dos décadas de trabajo del artista de origen portugués Manuel Patinha. Una retrospectiva que reúne piezas emblemáticas de sus distintos procesos creativos. Procesos que, desde los años setenta, han caminado parejos a la observación de disciplinas como la arqueología, la historia o la historia del arte. Brancusi, Picasso, Jean Arp, Julio González... forman parte del universo creativo de un autor que ha sabido reinterpretar su legado de manera fresca, rigurosa y original. Una trayectoria en la que ha jugado un papel decisivo el acero, principal aliado del artista a la hora de expresarse. Patinha manipula el material a su antojo, doblándolo, recortándolo o soldándolo. Ello no significa la renuncia a experimentar con otros materiales -como el granito, resinas y otros metales- o contextos creativos. Así, sus aportaciones en el terreno de la escultura pública nos descubren a un creador capaz de analizar y recrear el espacio urbano...de manera brillante. En definitiva, nos encontramos ante uno de los artistas que más profundamente ha contribuido a la renovación del panorama escultórico en Galicia. Un creador que entiende el arte como un medio para la experimentación y, sobre todo, como parte de un proceso vital.
Entrada actualizada el el 03 jun de 2014
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