Para Soonik Kwon, el pintar es equivalente al entrenamiento. Mediante la inmersión en el acto de frotar y aplicar grafito, se conduce no sólo a sí mismo sino también a los espectadores hacia la meditación y, finalmente, hasta la ausencia del ego. Marcado por la filosofía budista que el artista practica y en un intento de romper con su hábito de expresarse de varias maneras, abandona las formas figurativas y llena el lienzo con una expresión repetitiva de puntos, la base de las artes plásticas. Los colores y las formas de los numerosos círculos que llenan los lienzos de la serie más reciente de Soonik Kwon "Ausencia de Ego", contrastan sutilmente entre sí, dando la impresión de intensidad y calma al mismo tiempo. Jang Juyoung (Crítica de Arte y Diseño)