La exposición Pleasures of Association, and Poissons, such as Love consiste en una instalación espiral espacial de un árbol evolutivo. Fue creado por la artista Mariana Castillo Deball en diálogo con los paleontólogos Florian Witzmann y Daniela Schwarz. La estructura en espiral en la exposición 1 presenta restos de tinta en el papel de muestras fósiles del proceso evolutivo de 200 millones de años de vertebrados de agua en vuelo (aproximadamente de pez a ave). El árbol no incluye la especie humana ni el tiempo humano. Aparte del hecho de que los humanos no existían entonces, esto también nos recuerda que nuestra existencia no indica el final de la evolución. Sin embargo, nosotros, los humanos, tenemos el privilegio de poder fantasear sobre la evolución de la especie, y así crear o incluso rediseñar el orden evolutivo. Este es el aspecto antropocéntrico de la creación del árbol evolutivo que negocia la exposición y el título.