Después de los revolucionarios, los héroes y los futuristas, el pintor explora 'La vida del poeta'.

Después de los héroes, los rebeldes y los revolucionarios, toca a los poetas. La búsqueda creativa de Ernesto Tatafiore llega a estas particulares figuras que confían al verso su visión del mundo. El nuevo viaje del artista, psico-terapeuta, analiza a través de las metáforas y las alegorías pictóricas de las cuales es el maestro, la vida de los poetas y sus actitudes hacia la vida y la Historia. De hecho se llama 'La vita dei poeti' esta exposición que Tatafiore realiza, a partir del 14 de Mayo, en la galería Fernando Latorre, donde ya expuso en el año 2007. Son trabajos inéditos, once lienzos y un bronce, que -comenta el artista- constituyen 'una serie de reflexiones, y también ... de metáforas, sobre la relación entre el poeta y la vida, entre su filosofías y su actitud existencial'.

A cada obra corresponde un pensamiento: 'El poeta vive las pasiones, escribe con despego'; 'No tolera las injusticias' (dedicado a Masaniello); 'seducido, traduce la belleza, intenta conquistarla'; y otra vez 'El poeta dentro de su juventud es eterno'.

Desde la exposición sobre los futuristas hasta la Reggia de Caserta y ésta de Madrid, pasando por Berlín -donde está en curso una exposición sobre 40 años de sus dibujos 'Ernesto Tatafiore 1969-2009', hasta el 15 de Mayo en la galería Dittmar- Tatafiore cambia registro de inspiración, pero no de rastro claramente, continuando a crear obras que se vuelven a proponer en su estilo caracterizado por un rasgo riguroso y por el uso fantástico del color. Sus lienzos siempre tienen una huella reconocible, personalísima, original.

'La vida del poeta -afirma- se desarrolla a través de símbolos, alusiones, juegos de palabras, inversiones de sentidos y, también, metáforas. La vida del poeta se mueve en el límite sutil entre el interior y el exterior, en una zona transicional donde se desenrollan sueños y se juega con fantasmas, materiales que ambos nutren sus trabajos'.

El poeta y la distancia desde las cosas, desde el mundo. Un cuadro, 'El poeta es audaz como un matador', está dedicado a la tauromaquia: 'Como el matador tiene a distancia el toro -explica Tatafiore- la distancia entre el poeta y el objeto tiene que ser la correcta, y los fantasmas tienen que estar controlados con maestría: la capa y la espada son instrumentos con los que hay que medir la distancia con la masa inconsciente, negra, arrolladora'.

Parece un perfecto análisis el trabajo creativo, del acercamiento del artista, que en este caso está consciente también de los meandros de la mente, con su obra: 'El trabajo creativo -confirma el artista- es un continuo poner al riesgo el justo contacto con la realidad cotidiana, de las que además el poeta necesita naturalmente'. El poeta, dice otra vez Tatafiore, odia el delirio de omnipotencia, está contra de los estereotipos sobre su ciudad ('Partenope liberata' es el título de otra pintura) ama la creatividad de Picasso y el genio de Velázquez: 'Realicé los retratos de dos personajes que son unos fuertísimos símbolos de la creatividad y del genio: solo un genio como Velázquez podía realizar 'Las Meninas', un cuadro muy amado también por Picasso. Y yo los adoro a ambos'.

Pero el artista no para, el próximo año ya está lista una nueva cita en Berlín, esta vez en la galería de Thomas Levy, donde Tatafiore desarrollará el tema de la exposición 'I Maestri di Terrae Motus' que se acaba de concluir en el Palacio de Caserta, poniendo en relación Boccioni, Depero y los otros partidarios de Marinetti con los artistas alemanes contemporáneos suyos, para un singular paralelo-hermanamiento entre futuristas de Italia y futuristas de Alemania.