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La Galeria Toni Tàpies presenta en su espacio la primera exposición individual de Antonio Ortega (Sant Celoni, 1968), titulada No m?agrada com sóc. A lo largo de los años Ortega ha ido completando su trayectoria artística a través de diferentes formatos como la fotografía, el vídeo, el dibujo o la performance.

A partir del ejemplo del personaje de Reginald Perrin, protagonista de la serie de los setenta producida por ... la BBC La caída y auge de Reginald Perrin, Antonio Ortega articula esta exposición. En la teleserie, Perrin, hastiado por su rutina fingía o provocaba su propia muerte una y otra vez para poder cambiar su vida y salir fortalecido tras este hecho tan drástico y extremo. En la serie se hace un seguimiento de la vida cotidiana, familiar y social del personaje, ámbitos en los cuales Ortega incide en su obra constantemente.

Para este proyecto el artista busca casos de personas que de manera contraria a Perrin, es decir, de manera involuntaria han sufrido interrupciones en el transcurrir de su vida y que tras ellas han salido fortalecidas. Joan Miró, Antoni Tàpies, Pablo Picasso y José Antonio Ortega Lara son algunas de las personas que de manera forzada se han visto obligadas a estar aisladas o alejadas del exterior y de la vida normal. El caso de Ortega Lara, funcionario de prisiones secuestrado por ETA el año 1996, representa un caso paradigmático en el que un hecho dramático se convierte en épico tras recuperar la libertad. Miró, Tàpies y Picasso refuerzan esta tesis. Llevados al mundo del arte también experimentaron dicha sensación de regeneración de personalidad, pero también de reactivación de procesos creativos tras haber estado aislados debido a graves enfermedades.

La reflexión que Ortega propone toma forma simbólica en el terreno del arte por medio de exhibición de material -un póster, una diapositiva y un apostal- que él mismo ha adquirido en las tiendas de los centros museísticos de los tres artistas en Barcelona, un acto al alcance de cualquiera que sitúa a nivel de usuario un arte de sobra consagrado. Por otro lado, reproduce a tamaño real al habitáculo donde Ortega Lara estuvo en cautiverio durante un largo periodo de tiempo. La factura de la estructura le confiere un carácter propio de una escultura digna de museo de arte contemporáneo. Una obra portadora de aura, de líneas rectas, netas, de acabado espacial y de reminiscencias minimalistas.

En cuanto a la segunda planta, la proyección de un texto blanco sobre fondo negro que lanza frases cortas es acompañada por fotografías que gráficamente narran algunos pasajes de lo que leemos. Este ejercicio expositivo guarda directa relación con la performance que tendrá lugar el día 13 de Mayo en Nau Estruch de Sabadell que lleva por título Com haguès projectat el zulo Ortega Lara si haguès tingut un catàleg d?IKEA?. Una actriz encarnará a Ortega Lara e interpretará los consejos que lee en la pantalla para mejorar su situación en el zulo y proyectar un lugar más agradable gracias a los muebles de IKEA. El peso del proyecto recae sobre el texto que metafóricamente alude a ese imaginario moral colectivo e inconsciente que tenemos asimilado para nuestras conductas más cotidianas. Esa noción de las buenas actitudes y de las prácticas universales se debate en nuestro interior y pone a pone a prueba cada día nuestro comportamiento.