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Abro la puerta del estudio y ahí están los cuadros que ayer dejé inacabados. Algunos están de cara a la pared y otros me miran. No me acordaba que al marcharme ayer por la tarde había dejado girado contra la pared aquel cuadro lleno de gente. Los botes de pintura están cerrados y en la paleta no pensé haber dejado tanto rojo, azul queda poco y el negro se ha secado. Los pinceles bañados en aguarrás siguen sucios, la verdad es que no ha pasado nada, está todo igual que lo dejé. Me gustaría que alguna vez en aquel cuadro del bar, hubiese llegado una pareja a tomar algo, o el camarero se hubiese marchado a su casa, o aquel rostro que parecía triste, hoy por fin sonría. Así que creo que hoy empezaré por aquí, voy a tener ... que hacer sonreír a esa chica, hacer entrar una pareja al bar, y dejar que ese camarero se marche a su casa.

Pongo más negro en la paleta, falta algo de Siena, este pincel es el bueno, aquel que tiene un extraño peinado pero pinta tan bien. Voy a poner al chico junto la chica, pero no caben, tendré que borrar toda esa mesa que hay delante, quizás así cubra este espacio que queda tan vacío. La chica me sigue mirando triste. Dejaré este cuadro del bar e intentaré hacerla sonreír, no me gusta verla tan triste. Quizás sea que la línea del labio superior cae demasiado hacia abajo. Está bien que haya sobrado rojo de ayer, mojaré el pincel ahí y por fin la haré sonreír, ahora sonríe demasiado, con la espátula quitaré el brochazo que he hecho y pondré la línea más hacia abajo. Lo bueno de todo esto es que esta chica no se ha quejado de nada. Ahora vuelvo con el labio... y si! funciona. Todos estos gestos son los que hacen que el cuadro se vaya terminando día a día.

Es muy difícil expresar en palabras lo que siente un artista al pintar un cuadro, las emociones que provocan una mancha, una línea, la combinación de uno, dos, tres, cuatro.... colores, una forma, una gota, un rostro, una nube..., en mi obra siempre dejo que el azar me lleve a encontrar soluciones que me emocionen. A veces pienso que el resultado final de una obra es la suma de muchos errores resueltos.