El VI Encuentro Bienal ArteLanzarote 2011, que esta edición se articula en torno a la idea Acción/Creación, inaugura la exposición Arquitecturas móviles, del artista brasileño Marlon de Azambuja, un proyecto comisariado por Omar Pascual Castillo, director del Centro Atlántico de Arte Moderno, CAAM, y producido por este mismo museo de Las Palmas de Gran Canaria.

Marlon de Azambuja (Brasil, 1978) reside y trabaja en Madrid, ciudad que produjo un gran cambio en su trabajo y experiencia como artista tras dejar su país y la ciudad de Curitiba donde vivía, un lugar con una intensa preocupación por el diseño urbanístico. El trabajo de Azambuja se nutre de conceptos relacionados con la arquitectura, la ciudad y la acción y experimentación entre ellos. Valiéndose de la fotografía, el vídeo, la escultura y el dibujo y de materiales cotidianos como la cinta adhesiva, el cartón, hilo o porexpan, sus obras son ... metáforas que se apoyan en el escenario urbano aplicando sencillas líneas o simplemente aplicando el color.

Así, las obras que componen la exposición, en concreto la serie fotográfica Potencial escultórico, nos muestra un importante número de piezas realizadas sobre el mobiliario urbano donde la cinta adhesiva de colores envuelve todo tipo de objetos, unas farolas, un banco, barras protectoras de arcenes, un kiosko, un monolito anunciador, convirtiéndose en el soporte para construir nuevos objetos, cuyo resultado son sorprendentes y estimulantes esculturas llenas de humor subversivo y de una atractiva calidad estética.

Arquitecturas móviles consta además de la serie fotográfica La construcción del icono y los vídeos Movimiento concreto y Pangea-Choco, que el artista completa con una intervención in situ que realizará en la ciudad de Arrecife cercana a su exposición en la Sala de Exposiciones El Charco.

En la otra serie expuesta, La construcción del icono, Azambuja mira la arquitectura de la ciudad, en el caso de esta serie se produce en Las Palmas de Gran Canaria, y dirige su mirada a la icónica Torre Woermann de los arquitectos Ábalos y Herreros. Partiendo de ahí realiza fotografías de edificios de la ciudad donde plantea el mismo efecto constructivo de desplazamiento de línea que hizo esta torre, y nos muestra un juego con las formas y el espacio que intenta escapar de las líneas ya marcadas y resuelve con gran agilidad poética y humor.

La obra de Azambuja está llena de inesperados elementos a través de sencillas intervenciones, producto de su atenta observación y comprensión de los espacios públicos, para ofrecernos un mundo contemporáneo más lúdico y lleno de estímulos. Con sus reflexiones y propuestas Marlon de Azambuja señala otra manera de mirar la ciudad y cree que su trabajo ?es más bien una mano que apunta a algo, pero las cosas ya estaban ahí todo el tiempo...

En el texto a propósito de su obra para el catálogo de la exposición, Rafael Doctor escribe: 'Esta manera de construir un mundo sobre otro mundo existente (?) ofrece también una economía de medios que hace que el artista sea capaz de transmitir al espectador esa misma agilidad con la que ha sido planteado el proceso y al mismo tiempo, no tiene ningún tipo de miedo o complejo en mostrarle todas y cada una de las hechuras con las que fue construido el nuevo elemento. Estos nuevos elementos son nuevas formas que conservan en su interior las formas anteriores (?) Y esto, lejos de quitar atractivo al nuevo elemento, le añade mucho más interés, pues lo convierte en un híbrido capaz de hacer que algo en principio vulgar y de difícil atención se convierta en algo nuevo y atractivo que vibra por sí mismo'.