Autoedición [Samizdat] plantea una reflexión sobre la práctica de la pintura como lenguaje en relación a escrituras vinculadas a nociones de trabajo, tiempo y de interrupción del sentido en una sociedad construida en base a la distribución de mensajes.

La exposición reúne una selección de trabajos realizados por Néstor Sanmiguel Diest entre 1992 y 2012, más de seiscientas piezas pictóricas si contamos los elementos que componen series como El descenso del buscador de perlas (2006-2007), Libro para Manuel y el segundo nombre de las cosas (2009-2010), Las fuerzas sutiles (2007) o Historias secretas (1999-2005).

El acercamiento a cada una de las piezas nos hace intuir el método. Cada obra está compuesta a partir de capas, veladuras que juegan con la noción de transparencia, opacidad y el concepto de límite. La mirada se encuentra siempre interrumpida por ... fragmentos y 'accidentes', lo que impide no solo la contemplación sino la reproducción; ambas acciones se ven avocadas a la pérdida y la desaparición.

El tiempo se convierte en mecánica y en temática, planteándose como paradoja entre el discurrir -la secuencia- y lo simultáneo -la superposición. Los días se acumulan y repiten, confundiéndose; una sensación similar se evoca al enfrentarnos a series de cuadros que se amontonan ordenadamente, la contemplación individual nos aproximará a lo particular, al dialogo entre lo repetido y lo disidente.

Cada obra parece seguir lógicas que no se nos han contado, como las dinámicas ocultas que utilizan Raymond Roussel o los miembros del grupo Oulipo en literatura, algunas prácticas artísticas de la década de los sesenta del siglo XX o del grupo surrealista que busca fórmulas 'automáticas' a fin de liberarse de la consciencia, pero también de la mecanización y las construcciones interiorizadas, de lo 'aprendido'.

Referencias literarias, la pintura como acción y análisis, el fragmento, Picabia, las notas al margen, las formas,... señalar que todo lo escrito siempre es menos que lo que podría haberse dicho.