Esta exposición esta basada en un viaje a mi país natal, Suecia, y en particular a un lugar mágico por su impresionante naturaleza y por haber formado parte de mi infancia. Imaginaba grandes cambios después de tantos años, por ello la sorpresa y la emoción al descubrir un pasado que había permanecido casi intacto.

Los mismos campos y colinas, arboles y bosques, lagos, embarcaciones, caminos kilométricos de tierra, casitas y granjas. Exactamente como en mis recuerdos, y, así llegué a usarlos como vía de expresión hasta ahora.

Paisajes oníricos anclados en el pasado intentando trasmitir las emociones del presente. Una quietud que atrapa el tiempo y lo transforma en un escenario borroso, ausente de presencia humana por la única razón de que ya forma parte de ella. Solo las formas geométricas que de ... vez en cuando aparecen, simbolizan su intervención. El vacío, fondos blancos que intentan trasmitir el equilibrio entre lo espiritual y lo físico, un silencio que permite escuchar los pensamientos más íntimos.

Un rencuentro para reflexionar sobre el paso del tiempo.